Esta misma semana sacudía los informativos el terrible caso
de un niño rumano de seis años maltratado por sus padres
adoptivos en las Islas Baleares. Hace no mucho, la Policía
Nacional apresaba en Ceuta a un hombre que intentaba cruzar
la frontera con Marruecos con cuatro menores en el maletero
después de haber abusado de ellos.
Son sólo dos ejemplos de la más terrorífica y despiadada
forma de violencia acaecidos a uno y otro lado del país. Un
drama silencioso en el que, tristemente, Ceuta y Melilla
marcan registros de récord, doblando la tasa de prevalencia
por cada diez mil menores del país con un índice de 12,39 y
15,19 respectivamente frente al 7,16 de la media nacional,
según se desprende del informe elaborado por el Centro Reina
Sofía para el ‘Estudio de la Violencia’ a partir de datos
propios del Programa Nacional de Epidemiología de la
Violencia en el ámbito familiar, en base a información
poblacional proporcionada por el Instituto Nacional de
Estadística (INE).
De los 11.148 casos de maltrato a menores detallados por el
Centro Reina Sofía, 50 acaecieron en Ceuta y 52 en Melilla,
cifras que, proporcionalmente, resultan escalofriantes y
sitúan el índice de prevalencia por cada diez mil menores
muy por encima de Asturias y Baleares, que con tasas
superiores a 10 menores por cada diez mil son las más altas
de la Península.
El Centro Reina Sofía desglosa los dramáticos casos según la
tipología del maltrato, así, de los cincuenta casos de
maltrato, 13 lo fueron por violencia física (con una
prevalencia de 3,36, más del doble d ela nacional) y se
detectaron además 46 casos de negligencia (11,89 frente al
6,19 del resto del país). Es este último dato, el de
negligencia parental, el que dispara los índices en Ceuta y
Melilla y en el que influye la gran cantidad de menores
extranjeros.
En lo que se refiere al maltrato emocional, Ceuta registró
21 casos, con un índice que, también en este caso, dobla con
holgura la media. Por otro lado, pese a estos preocupante
datos, según el informe del Centro Reina Sofía, no se
denunció en Ceuta a lo largo de 2005 ningún caso de abuso
sexual a menores, aunque, sólo en lo que llevamos de año, ya
se ha conocido el caso de los cuatro menores anteriormente
citado.
Violencia en la familia
El estudio sobre Violencia en el ámbito familiar analiza los
efectos del drama en los pequeños, 22 de ellos chicos y las
28 restante chicas, de los que 18, otro dato realmente muy
preocupante, estaban sin escolarizar.La familia es el primer
factor a analizar en estos casos. Así, de los cincuenta
menores que sufrieron algún tipo de maltrato, 14 eran hijos
de familias tradicionales (dos progenitores), 7 de unidades
familiares monoparentales, 2 procedentes de familias
reconstituidas y 3 eran hijos adoptivos. De este medio
centenar de casos, en 16 de ellos el agresor sufría además
maltrato de su pareja y en otro cinco la pareja del agresor
o agresora había abandonado el hogar familiar.
Respecto al contexto económico, sólo 12 de los cincuenta
casos vivían en malas condiciones. Por otro lado, casi la
mitad no tenían buenas relaciones con el resto de la familia
del agresor.
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El lado material del drama
“Ahora mismo la Ciudad tiene un
déficit cercano a los seis millones de euros y el 80% del
gasto está dedicado a la atención de menores extranjeros no
acompañados. Si esto se hubiera conocido antes probablemente
no se habría asumido la transferencia”, sentenciaba el
presidente de la Ciudad, Juan Vivas, en una entrevista
concedida a EL PUEBLO DE CEUTA. Un esfuerzo económico por
encima de las posibilidades de Ceuta para paliar en lo
posible un drama que afecta especialmente a la Ciudad
Autónoma como uno de los daños colaterales del fenómeno
migratorio. Un problema que se refleja en el abultado número
de centros: Mediterráneo’, centro de Servicios, equipo de
Orientación Educativa y Psicopedagógica, ‘Edrissis’, ‘San
Ildefonso’, ‘La Esperanza’ y equipo de Medio Abierto de
Menores de Ceuta. A los que hay que sumar el Centro de
menores Punta Blanca que tiene en su seno a 83 menores, 18
de ellos en régimen cerrado y 93 en situación de libertad
vigilada. De todos estos menores con problemas, casi el 60%
eran extranjeros no acompañados.
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