Casi siempre es la telefonía. Todo el mundo parece conocer a
alguien, o a alguien que sabe de un tercero, que fue
estafado por un operador de telefonía o Internet. Los casos
suelen oscilar entre el mal servicio prestado, la carencia
absoluta de dichas prestaciones o facturas que no
corresponden al que debe pagar. Una larga suma de quejas que
colapsan las oficinas del consumidor de cada provincia
española.
La Oficina del Consumidor de la Ciudad Autónoma apenas puede
asumir las denuncias de otros estafados.
En el primer semestre del año el ceutí medio protestó,
fundamentalmente, de las operadores telefónicas. El gestor
de Consumo de la Oficina de Información al Consumidor de
Ceuta, sita en la Plaza de la Constitución, José María
Viñas, aseguró que la denuncia más repetida se centra en el
citado sector. Ya sea por motivos de telefonía o de la línea
ADSL y además “no es ninguna novedad”, pues se trata de una
queja que se repite desde hace años.
“La casuística es variada”, matizó Viñas, “puede tratarse de
gente que no se ha dado de alta” y que percibe, igualmente,
recibos. “También la disconformidad con la factura recibida
o la deficiencia en el servicio”.
El proceso de denuncia debe ser, ante todo, previa lectura
del contrato. En ocasiones, el clausulado puede advertir del
‘compromiso’ por un año con esa empresa o simplemente de
penalizaciones -en caso de baja- que el usuario desconocía.
Así, el gestor de Consumo advirtió que, en primer lugar, es
necesario acudir a la operadora para transmitirle la
denuncia. Si esta no responde de un modo satisfactorio,
entonces el usuario se dirigiría a la Oficina.
En Andalucía, algunos de los datos más curiosos
seleccionados por Facua son protestas a tintorerías y
centros de estética. En el año 2004, el sector que más
demandas cosechó fue, como en los dos siguientes, las
Telecomunicaciones.
|