La primera Semana de la Juventud desde 1989 alcanza ya el
cuarto día y avanza sin prisa, pero sin pausa. Ayer, a
primera hora de la mañana, comenzaron con tranquilidad las
actividades que tienen como destinatarios a todos los
jóvenes de la ciudad. Los 17 años de diferencia desde la
última ocasión marcan una diferencia sustancial: en los años
ochenta el presupuesto rondaba los 200.000 euros, en 2006 la
subvención se ha materializado en 150.000. Aún así, la
presidenta del Consejo de la Juventud, Mariam Mohamed, se
muestra expectante ante un evento que, “después de mucho
trabajo”, se ha hecho realidad. En esta edición, el reciente
concierto de ‘El Barrio’, el espectáculo de motos
‘Freestyle’ y el ‘Fiestón del Regaeton’ son las principales
propuestas de captación junto a las ghymkanas, la muestra de
asociacionismo y la noche de la magia. En la década de los
ochenta, Gabinete Caligari, Alaska o Tino Casal
protagonizaron las Semanas de la Juventud. Además, hubo
talleres de teatro, conciertos de grupos locales, certámenes
de Pop-Rock y juegos que paralizaron el tráfico del centro
de la ciudad. “Fuimos pioneros a nivel nacional; la séptima
semana de Ceuta fue la sexta de Madrid”, arranca Justino
Lara, presidente, por aquel entonces del Consejo de la
Juventud.
La presentación a nivel nacional de la obra ‘Ay Carmela’ y
el estreno del video ‘Stop making sense’, de ‘Talking Heads’
tuvieron lugar en Ceuta. “Ningún tiempo pasado fue mejor,
tuvimos muchos quebraderos de cabeza y perdimos tiempo
personal pero fue, básicamente, porque la gente respondía”,
explica Lara.
1982
La iniciativa fue determinante. En 1982, Lara y ocho amigos
más de diferentes tendencias políticas ocuparon una
habitación de la Casa de la Juventud para hacer tormenta de
ideas: pasarlo bien y mover gente fue su consigna. Dentro
del grupo, el colectivo ‘La octava colina’ se encargaba de
organizar las actividades musicales. “Siempre traían grupos
que estuvieran despuntando a nivel nacional”.
El trabajo para cada Semana comenzaba seis meses antes. Idas
y venidas por la plaza Vieja y sesiones musicales en el
‘Zampo’ porque la melomanía era la seña de identidad del
grupo ‘Compañeros’. “La movida madrileña marcó el pulso de
las Semanas de la Juventud”, reflexiona Lara. “Hubo aciertos
y fracasos, pero, sobre todo, mucho compañerismo”.
Mohamed coge la lanza de Lara con entusiasmo. “Esta semana
va a salir bien”, concluye la presidenta.
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Las asociaciones cogen el rotulador
La muestra de asociacionismo 2006
se inauguró, ayer, con ocho colectivos que irán aumentando
con el transcurso de la semana. El pequeño pabellón de la
Marina recibió una nota de color a través de múltiples
paneles en los que colgaban, aparte de folletos, fotografías
y noticias de prensa, grandes folios en blanco. La función:
ser un escaparate de palabras, críticas, opiniones y dibujos
de todos los jóvenes que pasen por allí.
La primera persona en dejar un pensamiento para la
posteridad fue Mariam Mohamed. Le siguieron espontáneos y
gente de otras asociaciones. La muestra permanecerá toda la
semana de 11 a 19 horas. Un foro que, negro sobre blanco,
ansía conectar con los protagonistas del debate; la
juventud.
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