Los panaderos, al igual que el resto de los colectivos
pertenecientes al sector del comercio ceutí, encuentran como
principal traba los altos precios del transporte. Toda la
materia prima (sal, harina y levadura) viene de la
península, dándose la circunstancia de que con algunas
mercancías, como es el caso de la sal, los costes de su
transporte marítimo (fletes y aduanas) es muy superior al
precio que se paga por la propia mercancía.
“Al no existir una frontera comercial no podemos traer
mercancías de Marruecos ni tampoco vender allí nuestros
productos, sin embargo ellos sí venden aquí por la vía
ambulante, provocando un perjuicio serio a nuestros
negocios”, asegura el presidente de los Panaderos, José
Manuel Ruíz García.
El precio estándar de una barra de pan de 330 gramos es de
0,57 euros, mientras que un pan redondo procedente de
Marruecos de unos 200 gramos cuesta entre 10 y 15 céntimos
de euro, una cantidad contra la que los comerciantes ceutíes
no pueden competir.
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