La operación ‘Duna’ comenzaba su espectacular andadura en la
ciudad en la madrugada del martes. Dirigidas por el Juzgado
Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional,
las pesquisas habían comenzado en marzo de 2005 pero no fue
hasta anteanoche cuando 300 agentes de la Policía Nacional
se desplegaron aprovechando la oscuridad.
Cuarenta vehículos, zetas y camuflados, y 250 agentes
llegaron a la una y media de la madrugada al muelle de la
Puntilla a bordo del buque ‘Ciudad de Málaga’ de la compañía
naviera Acciona Trasmediterránea que traía algunas
mercancías a Ceuta. La excusa era el traslado de algunos
inmigrantes marroquíes desde la Península para su inmediata
devolución a Marruecos. De este modo, no se levantarían
sospechas acerca del amplio traslado de efectivos y los
agentes, una vez devueltos los inmigrantes, podrían
internarse en El Príncipe y llevar a cabo su misión
principal: localizar y detener a varias personas
presuntamente vinculadas al Grupo Islámico Combatiente
Marroquí que ya había participado en los atentados del 11-M
y de Casablanca.
Esto sucedería durante la noche y por la mañana, los agentes
volverían a embarcar rumbo a Algeciras con varias decenas de
argelinos residentes en el CETI con el objetivo de llevarlos
a la Península y descongestionar así el centro ceutí. De
este modo habrían matado dos pájaros de un tiro y lo
hubieran hecho sin levantar sospechas entre la población
ante tal despliegue policial. Pero esto no fue así y,
finalmente, los argelinos no fueron conducidos a la
Península. Lo que si tuvo lugar fue la detención de varios
vecinos de la barriada del Príncipe por su presunta
vinculación con esta trama terrorista que, según palabras
del propio ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba,
“constituían una célula embrionaria que podría atentar en
Ceuta o en cualquier otro punto de aquí a poco”.
Veintisiete fueron las personas trasladadas a la Jefatura
Superior de la Policía, en la plaza de Colón, si bien,
finalmente han sido 11 los detenidos que, a estas horas, ya
están en Madrid a la espera de comparecer ante el juez
Baltasar Garzón.
Se trata de diez españoles y un marroquí de entre 23 y 38
años entre los que se encuentran dos hermanos de Hamido
Abderrahman Ahmed, el ‘talibán español’; uno de los dos
jóvenes ceutíes que hace apenas un mes fueron detenidos por
la policía marroquí en Castillejos por llevar un fusil de
pesca submarina en el coche, y un auxiliar de la Policía
Local.
El desarrollo de la operación fue espectacular. “Abusivo” a
juicio de las mujeres y madres de estos jóvenes musulmanes.
Los policías, miembros de la UIP y de los GEOS, entraron por
la fuerza en once viviendas, eran las cuatro y media de la
madrugada. Apenas una hora antes los 50 de la Policía
Nacional de Ceuta habían sido enviados por radio hasta esta
barriada: “nos dijeron que lleváramos todo el equipo y
cuando llegamos al Príncipe nos encontramos con todos los
compañeros que habían llegado de la Península, fue entonces
cuando nos enteramos de todo”, relataba ayer uno de ellos.
Además de las detenciones, los agentes se incautaron de
diverso material en los domicilios registrados:
documentación, libros, vídeos, una pistola de aire
comprimido, un machete, documentación falsa, material
informático, un chaleco antibalas, una balanza de precisión,
dinero en metálico, un bote de gas lacrimógeno y un cartucho
sin percutir.
La operación ‘Duna’ se basa en la investigación realizada
por la Comisaría General de Información que apuntaba a un
reclutamiento de jóvenes en Ceuta para hacer la ‘yihad’.
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