Los complejos hoteleros tienen sus plazas ya cerradas desde
principios de verano, como señaló el co-gerente de la
agencia Viajes Trujillo. Se hace imposible la búsqueda de
una habitación y, por este motivo, en muchas ocasiones el
turista se ve obligado a irse a una habitación que está por
encima de sus posibilidades económicas o, en otro caso, más
días de los que él había previsto.
Hay paquetes, sin embargo, que continúan sin venderse.
Especialmente los cruceros de máxima clase, cuyos precios
pueden llegar a los 2.800 euros.
Lejos de estos productos casi imposibles, no queda nada. Ni
en la costa ni en el interior. Los hoteles están completos
hasta finales de agosto y hay que esperar alguna cancelación
para poder salir de vacaciones. En la cuestión de las
ofertas, no hay nada. El precio no caerá hasta pasada la
quincena de septiembre, cuando realmente pocos puedan
acceder a las vacaciones.
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