El representante de la comunidad hindú, Ramesh Chandiramani,
espera que las obras del templo hindú finalicen antes de
finales de este año.
La construcción se ubica en calle Echegaray y albergará
deidades procedentes de La India. Asimismo, también se están
trasladando materiales para el templo desde el país
asiático. La parte más esencial del concepto de un templo es
el altar, donde pueden hacerse ofrendas a las deidades y a
través del humo del fuego se transmite entonces a los
dioses.
La comunidad hindú recibió una subvención de 100.000 euros
de la Ciudad Autónoma para el mantenimiento y la
conservación de su patrimonio cultural el pasado mes de
abril al igual que el resto de comunidades que coexisten en
Ceuta. El templo se está levantando a pocos metros de una
calle paralela donde se sitúa la sinagoga de la comunidad
hebrea y la iglesia de los Remedios, lo que convierte a este
rincón ceutí en un símbolo, un crisol de cultural que
conviven en un mismo entorno.
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