Una vez concluida la feria, los pubs hacen un balance
positivo de la respuesta que han tenido por parte de la
gente. Algunos, como El Refugio, apenas han notado el bajón
de gente con respecto a los fines de semana ya que, a pesar
de las dimensiones del local, los llenos eran diarios.
A pesar de este éxito, su propietario, Pablo Ferreras
confiesa que no sabe exactamente cuál es la clave: “nosotros
trabajamos como siempre, con las mismas ganas, es la gente
la que decide qué local está de moda y cuál no”. A
diferencia de los temas que se pinchan en el local del
Poblado Marinero, en el recinto ferial los dj’s del local
optaron por una música más veraniega: “quizá ésta haya sido
una buena decisión porque así hemos llegado a todos los
públicos”, explicaba.
Para los responsables de casetas como ésta, que durante el
resto del año son pubs que se encuentran en el Poblado
Marinero, la semana de Feria entraña mucho trabajo, muchas
horas pero también mucha diversión aún a pesar de estar
trabajando. Además de mantener el contacto con la gente, que
de otro modo tal vez no fuera a tomarse las copas hasta el
poblado, este cambio de ubicación permite también sondear
los gustos de la clientela para actuaciones futuras. En el
caso concreto de El Refugio, que tiene un público fiel “que
busca no sólo bailar sino también cantar y poder charlar con
los amigos”, dentro de unas semanas se producirán algunos
cambios “que seguro que les van a gustar mucho a todos
nuestros clientes”, afirmaba Pablo Ferreras.
Sea cual fuere el secreto de su éxito lo cierto es que éste
ha sido uno de los locales que más gente han tenido durante
toda la semana de fiestas patronales aunque no ha sido el
único. El Coco Bongo, en su segundo año en la feria, ha ido
consolidando su presencia y ha tenido mucha más clientela.
Éste local, llevado por dos amigos, ha ofrecido a sus
clientes no sólo música muy bailable sino también la
posibilidad de hacerse fotografías tras un cartel con los
cuerpos de una estilizada pareja de surferos: “ha sido una
propuesta diferente para que la gente, a la vez que se
tomaba unas copas y bailaba pudiera hacerse una foto
diferente a la típica que puedes hacerte en un bar o en
cualquier otro sitio”, explicaba Héctor Pérez, uno de los
responsables del local.
Balance
Tanto unos como otros se han mostrado muy satisfechos no
sólo con la respuesta de la gente, sobre todo a partir de la
una de la madrugada, sino también con la Feria. El buen
ambiente, lo agradable de las temperaturas, la limpieza y la
seguridad han sido otros aspectos que se han señalado como
importantes para que la feria se haya desarrollado sin
incidentes y el balance de la misma haya sido positivo por
parte de la gente y los dueños de las casetas.
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La caseta de El Refugio, lleno hasta la terraza durante las
fiestas patronales
Muchas fueron las personas que,
cada noche, optaron por tomarse unas copas y disfrutar del
ambiente que ofrecía el pub El Refugio, uno de los más
concurridos de esta edición de la Feria.
Con un espacio mayor que el de otras casetas, mayor incluso
que el local que regentan en el Poblado Marinero, este pub
ceutí, que cumplió su cuarto año en la feria, registró lleno
todas las noches.
Tal era el ambiente del bar que muchos optaban por tomarse
una copa en la terraza de la caseta aún a pesar de que no
podían estar en el interior debido al calor o a la
aglomeración de gente y es que cuando un lugar está de moda,
no importa lo apretado o agobiado que se pueda llegar a
estar porque la gente seguirá fiel a su idea de permanecer
en el local que más satisface sus gustos musicales.
Más de una decena de camareros trabajaron cada noche en el
pub del recinto ferial para ofrecer a la clientela el mejor
servicio posible.
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