PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura


Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - VIERNES 30 DE SEPTIEMBRE DE 2005

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Marruecos vuelve a poner a prueba a España

Mohamed VI y su Gobierno han vuelto a testar a España. Si con la acción de Perejil, Marruecos encontró una respuesta acorde al papel prevalente de un país -octava potencia económica mundial- como el nuestro, a día de hoy y merced a las “extraordinarias relaciones”, los marroquíes ya saben de qué pasta está hecho y cuán laxo es el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.

Un Zapatero que calló, ante Jettú, y no se atrevió a responder, la pregunta de una periodista en la comparecencia de ayer en torno a la posibilidad de una ‘co-soberanía’ para Ceuta y Melilla. Absurda pregunta, no obstante, pero peor, inquietante y lánguida callada del presidente del gobierno español.

La capacidad de respuesta de Ceuta ante un suceso de esta magnitud ha quedado demostrada. El gran sentido humanitario de una sociedad -como la caballa- que sabe conjugar como nadie el verbo convivir, ha sido evidente. El arrojo con el que los servicios sanitarios han dado pronta respuesta a la avalancha sobrevenida, resultó encomiable. La acción policial no evitó, sin embargo, la próxima tensión hispano-marroquí. Cinco muertos caídos por disparos, son un peso brutal para quién sea culpable. España calla, investiga y analiza. Marruecos y su agencia de noticias oficial acusa desprendidamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado español “quienes abrieron fuego desde la ciudad ocupada de Septa, textual.

España tendría la oportunidad de protestar formalmente a lo largo del día de hoy, y a la cara, a sus ‘invitados’ de excepción, pero no lo hará.

Marruecos vuelve a poner a prueba a nuestro país. Ceuta y Melilla no han sido invitadas a la cumbre bilateral, pero han sido ‘castigadas’ con el látigo de la presión migratoria, alentada por la inacción ‘controlada’ del vecino del sur en un estratégico momento.

Cinco muertos pueden dar fe de ello.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto