La AD Ceuta ha iniciado esta semana conversaciones con el
delantero francés Frank Bolou para llegar a un acuerdo y
rescindir el contrato que firmó hasta el 30 de junio de 2006
con la entidad ceutí al no entrar en los planes de Ramón
María Calderé. El técnico catalán ha manifestado
públicamente que se equivocaron con el fichaje de Bolou
porque es un ‘nueve’ que no reúne las características que él
había solicitado para reforzar la delantera y paliar la baja
de Basti, que rescindió su contrato a finales de agosto y se
marchó al Albacete de César Ferrando.
El club caballa le ha comunicado a Bolou que el entrenador
no lo quiere en su equipo, pero éste tiene un contrato
firmado por una temporada, unas cantidades pactadas y no va
a marcharse por las buenas. Además el francés ocupa una de
las seis fichas de sub’23 y si causa baja en estos momentos
el Ceuta se quedaría con sólo cinco futbolistas menores de
veintitres años cuando el reglamento exige seis en los
equipos de Segunda División ‘B’. Así las cosas, el acuerdo
entre ambas partes no es fácil y habrá que esperar algunos
días para comprobar si Bolou y la AD Ceuta se ponen de
acuerdo en la rescisión del contrato.
Lo que está claro es que el equipo ceutí se equivocó con el
fichaje de este delantero de 22 años, sin experiencia en el
fútbol español y que llegó a nuestra ciudad lejos de su
mejor estado de forma. Calderé comentó después del partido
ante el Cartagena que había perdido cinco kilos, peleado
sobre el terreno de juego, pero no es el delantero con
‘instinto asesino’ que buscaba para que su equipo diera un
salto de calidad. Con una nómica de atacantes formada por
Molina, Moisés y Antony, todos muy jóvenes, el Ceuta
necesitaba un delantero centro contrastado y curtido en mil
batallas.
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