La llegada masiva de inmigrantes durante la madrugada del
jueves a la Ciudad Autónoma de Ceuta ha provocado numerosas
críticas al Gobierno Español que han obligado al Ministro de
Defensa, José Bono, a enviar, por orden de José Luis
Rodríguez Zapatero, un dispositivo de apoyo para controlar
futuros intentos de paso.
Un total de 480 militares han cruzado, en la tarde de ayer,
el Estrecho de Gibraltar con destino a las Ciudades
Autónomas de Ceuta y Melilla para prestar apoyo en la
vigilancia de los perímetros fronterizos de ambas ciudades.
Una compañía de legionarios y otra de regulares han sido
enviados a Melilla (donde tienen su sede el Regimiento de
Infantería Ligera “Regulares 52” y el Tercio Gran Capitán de
la Brigada de la Legión) mientras que Ceuta ha recibido a
dos compañías de regulares (en esta ciudad se asienta el
Grupo Regulares de Ceuta nº54) que, a las ocho de la tarde
de ayer, ya estaban recorriendo el paso interior de la
alambrada doble que separa esta ciudad española de
Marruecos.
La misión de estos dos grupos de 240 militares desplazados a
cada Ciudad Autónoma será la de colaborar con la Guardia
Civil en la vigilancia de las fronteras por lo que Defensa
les ha autorizado a portar sus armas reglamentarias así como
material antidisturbios para disuadir a los inmigrantes de
intentar saltar.
Sin embargo, esta medida no termina de convencer al
colectivo de la Guardia Civil que critica la eventualidad de
estos refuerzos y señala que “cuando el problema deja de
serlo y pasa el verano, las dotaciones vuelven a bajar” y
añaden que “tanto la frontera de Ceuta como la de Melilla
necesitan una dotación permanente de agentes”.
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