Cuando queda escasamente un mes para la apertura del nuevo
varadero de Marina Seca, las obras de acondicionamiento del
terreno de 6.200 metros cuadrados ya están casi finalizadas,
pendientes tan solo de pequeños detalles y remates. En las
primeras semanas del mes de diciembre se buscará la carga y
la fecha adecuada para probar la grúa del tipo ‘travel lift’
a máxima carga, una prueba que, de resultar satisfactoria,
daría práctimanete el pistoletazo de salida a la actividad
del varadero.
Esta grúa, con una capacidad de izada de 320 toneladas, será
una de las de mayor calidad y potencia de España en una
instalación de las características de la Marina Seca. Los
6.200 metros cuadrados de superficie del varadero contará
con zonas acondicionadas para la operatividad del ‘travel
lift’. Contará igualmente con 1.200 metros cuadrados de
lámina de agua, siendo la inversión total del proyecto de 15
millones de euros.
El acondicionamiento final del varadero constará de una
carretilla con capacidad de trasladar barcos de hasta 70
toneladas y una grúa sobre cantil para embarcaciones
pequeñas. El varadero contará también con dos naves de gran
altura para efectuar reparaciones a cubierto que podrían ser
simultáneas. Adosados a estas dos naves hay habilitado un
espacio para el almacén y el taller. La superficie tiene la
característica de poder realizar también operaciones de
hibernada.
Pesca
El varadero de Marina Seca hará reparaciones de todo tipo de
embarcaciones de hasta 320 toneladas y 40 metros de eslora,
lo cual incluye también la flota del sector pesquero de
Ceuta. “Se está estudiando también la posibilidad de que,
más adelante, el varadero sirva igualmente para la
construcción de embarcaciones de pequeño tamaño, de hasta 10
o 12 metros”, explicó el presidente de la Autoridad
Portuaria, José Torrado.
El varadero dará probablemente servicio de revisión
periódica, la llamada ITB o Inspección Técnica de Buques.
Este hecho, unido a la saturación que vive el mercado
náutico deportivo y al añadido de contar con unas
instalaciones de primera línea desde el puntode vista de
modernización y tecnología, parece asegurado que el tráfico
marítimo será “fluído y de importancia”.
Desde la propia instalación se dejará el campo abierto para
efectuar reparaciones a flote de carácter menor a buques
mercantes. “Se trataría de reparaciones muy específicas en
cuestiones de calderería o electrónica y podrían realizarse
eventualmente siempre que el barco lo necesitase”, explica
José Torrado.
El inicio de la actividad de la Marina Seca, previsto para
principios de año, supondrá el poder contar en Ceuta con un
servicio de gran demanda y alta rentabilidad. “Teniendo en
cuenta además las especiales condiciones de la ciudad por su
situación geográfica y su regimen fiscal, y que el espectro
de embarcaciones que pueden repararse es muy amplio, el
éxito es seguro”.
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El impacto económico será importante al crear sinergias
El varadero de Marina Seca dará
trabajo a unas 15 personas aproximadamente, tratándose
principalmente de técnicos cualificados en
especialidadescomo electrónica, calderería, pintura...
El impacto económico que supondrá para Ceuta será muy
positivo, en primer lugar porque le permitirá ofrecer un
servicio de cierta exclusividad y con un nivel de calidad
muy alto. En segundo lugar, porque pondrá en marcha una
serie de sinergias que generarán otro tipo de consumos
beneficioso para la ciudad. “No se trata sólo por la propia
actividad del varadero y del movimiento que generará en
mercancías y materiales, sino porque impulsará otro tipo de
movimientos comerciales indirectos vinculados al sector.
También se puede sumar el consumo que dejarán en la ciudad
los dueños de los barcos y sus tripulaciones”, concluye José
Torrado.
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