Desde el pasado día 7 de mayo del presente año, el manto de
salida de Nuestra Señora del Mayor Dolor se encuentra en
Sevilla para una importante restauración.
La junta de gobierno de la Real y Fervorosa Hermandad y
Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Buena
Muerte y Nuestra Señora del Mayor Dolor ha venido realizando
desde aquella fecha diversos viajes a Sevilla para seguir de
cerca los pasos de esta importante restauración que costará
un montante de 50.000 euros.
Precisamente el diario El Pueblo de Ceuta fue invitado, por
la junta de gobierno de la Real y Fervorosa Hermandad y
Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Buena
Muerte y Nuestra Señora del Mayor Dolor, ha realizar un
viaje hasta los talleres de bordados de Juana Maria en
Albaida del Aljarafe (Sevilla) y poder observar así el gran
trabajo de restauración que están realizando dichos
bordadores con el manto de salida de Nuestra Señora del
Mayor Dolor, un manto de gran valor histórico y artístico ya
que pertenece a la gran bordadora Esperanza Elena Caro.
Una vez en los talleres, donde tanto Juana María como su
marido Juan Manuel recibieron con una gran alegría y acogida
a toda la expedición, se pudo observar en el estado que se
encuentra en la actualidad el manto de Nuestra Señora del
Mayor Dolor.
Tal y como se pudo observar, toda la parte central del manto
ya estaba totalmente restaurada y terminada, pudiéndose
observar como varias piezas han sido nuevamente bordadas en
oro (utilizando el mismo tipo de hilo de oro y el mismo tipo
de puntada para preservar la originalidad del manto y del
dibujo) debido al gran deterioro que presentaba, mientras
que el resto de las piezas se han podido recuperar,
añadiendo el oro perdido en las mismas.
Lo más impresionante de observar fue como tanto los jarrones
bordados como el escudo central del manto, los cuales
estaban totalmente planos y hundidos en el manto, han vuelto
a recuperar su volumen, pudiendo admirar el magnífico
aspecto de los mismos en su estado original.
Tras estar durante más de media hora admirando el trabajo
que estaban realizando en los talleres de Juana María,
nuestro rotativo entrevistó tanto a la bordadora, Juana
María como a su marido Juan Manuel, también bordador, para
saber que proceso se ha llevado a cabo hasta la fecha, que
es lo que queda todavía y cuales han sido las dificultades
que se han encontrado durante la realización del trabajo.
En este sentido, Juana María destacaba que todo comenzó con
un primer estudio del manto donde se pudo observar que la
gran mayoría de las piezas estaban muy deterioradas, el
terciopelo muy afectado por la cera de las velas, y que el
dibujo del manto no estaba bien ajustado ya que presentaba
varios troncos, que son la base del dibujo, tronchados e
incluso se habían suprimido, sin criterio alguno, varias
piezas.
Una vez entregado el manto en Sevilla, los bordadores
sacaron el dibujo original que presentaba el manto para
posteriormente realizar nuevamente el dibujo pero esta vez
adaptado a las nuevas medidas del manto, ya que el mismo una
vez terminado será un poco más largo. En este sentido hay
que comentar que en los talleres se pudieron comparar los
dos dibujos y mientras que el original se veía como
comprimido y no da realce al dibujo, el que se ha adaptado a
las nuevas medidas está más espaciado y por consiguiente da
una mayor armonía y realce al dibujo del manto.
Juana María comentaba a nuestro rotativo que todas las
piezas han pasado por un bastidor aparte para ser
restauradas y posteriormente se han cosido al nuevo
terciopelo del manto. En cuanto a lo que más quebraderos de
cabeza les ha dado hasta la fecha ha sido la recuperación de
la cartela central del manto, la cual estaba dañada por
diversas zonas de la misma y ha requerido de un trabajo muy
minucioso y de muchas horas que al final han dado sus
frutos.
De cinco a ocho personas trabajan diariamente en la
restauración de esta joya que procesiona cada Viernes Santo
Nuestra Señora del Mayor Dolor por las calles de Ceuta.
Con respecto a los materiales empleados, Juana María y su
marido Juan Manuel han estudiado detenidamente todos los
materiales originales que se utilizaron para en este trabajo
de restauración utilizar los mismos, al igual que los mismos
tipos de puntadas, de remates, etc.
Juan Manuel destacaba que al ritmo de trabajo que están
llevando con el manto, posiblemente el mismo esté totalmente
terminado para estas Navidades o principios de enero, pese a
que el plazo fijado fuese para marzo de 2006, ya que ellos
afirman que prefieren ir un poco desahogados por si ocurre
cualquier tipo de incidente o imprevisto.
Hay que comentar que el bastidor donde se está bordando el
manto ha sido abierto recientemente para continuar bordando
el resto del mismo, por lo que el ritmo de trabajo no ha
decaido.
En cuanto a las actividades que está llevando a cabo la
Cofradía para intentar recaudar fondos que hagan más
llevadero los pagos de esta restauración, el hermano mayor
de la Hermandad, Juan Carlos Aznar Méndez, destacaba que
siguen trabajando en esta árdua tarea y que hasta la fecha
no han tenido la respuesta que en un principio esperaban.
Pese a todo siguen repartiendo relicarios con la imagen de
la Titular de la Hermandad y un trocito del manto antiguo,
además de una serie de tarjetas de colaboración con la que
las personas que quieran pueden apuntarse para abonar una
cantidad mensualmente para ayudar a la Hermandad a llevar a
buen puerto esta restauración.
Talleres de Juana María
Juana María y su marido, pese a la juventud de ambos, llevan
muchos años dedicados al bordado en oro, y prueba de ello
son la inmensidad de magníficos trabajos que les avalan.
Juana María comenzó con tan sólo trece años a bordar,
descubriendo lo apasionante de este mundillo, de ahí que se
marchara para seguir aprendiendo a los talleres de otro gran
bordador en oro como es Carrasquilla, donde estuvo
trabajando durante siete años, para posteriormente recalar,
por espacio de otros siete años, en otro taller de bordado
en Albaida del Aljarafe, para finalmente en el año 1984
independizarse y montar su propio taller el cual funciona de
lujo.
Juan Manuel destacaba que él no tenía ni idea de lo que era
el bordado en oro y cuando se casó, Juana María fue la
encargada de meterle el gusanillo de esta profesión, a la
que se dedica hoy en día por entero.
Estos bordadores se atreven con todo ya que además de bordar
en oro, también lo hacen en seda, en recorte, etc., y además
también diseñan los trabajos, si la persona interesada no
trae un diseño ya confeccionado.
En cuanto al estilo de bordado al que más se asemejan sus
trabajos es al del gran bordador Juan Manuel Rodríguez
Ojeda, un diseño más barroco, aunque si hay que comentar que
reunen muchas cualidades y estilos en sus obras, bien de
Ojeda ó de Carrasquilla, Esperanza Elena Caro, etc.
Con respecto a los diseños, estos bordadores cuando reciben
un encargo primero intentan informarse de como es la
Hermandad y que estilo tiene para poder confeccionar un
diseño acorde con sus características, realizando diversos
bocetos que al final darán como resultado el diseño final.
Conversando sobre el bordado en oro, tanto Juana María como
Juan Manuel coincidieron en destacar que dentro de este
oficio lo más complicado es el trabajar con hojilla,
afirmando que el que domine la hojilla prácticamente domina
el bordado en oro.
A través de Joaquín Cabreras, miembro de la Hermandad de la
Amargura y por aquellos años hermano mayor de dicha
hermandad, Juana María y Juan Manuel se introdujeron en
nuestra ciudad con la realización de un Estandarte y un paño
de Bocina para la Hermandad de la Amargura.
Tras presentar estos trabajos en Ceuta, varias hermandades
pusieron sus ojos en estos bordadores, los cuales recibieron
diversos encargos para nuestra ciudad, como una saya para la
Hermandad del Vera Cruz, una toca de sobre manto para la
Amargura, una toca para la Hermandad conocida como la de Los
Remedios, la restauración de los faldones a la Hermandad de
Los Remedios, etc.
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