El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, criticó ayer la
actuación que el Ejecutivo central desarrolla en el
territorio ceutí. Según relató Vivas durante su primera
intervención en el debate sobre el estado de las Autonomías,
“la llegada del actual Gobierno ha supuesto un frenazo para
Ceuta”. El presidente ceutí atribuyó su argumento a la
bajada de la inversión pública que el Estado ha previsto en
los Presupuestos Generales de 2006, un quince por ciento
inferior a la de los de 2004, así como a la decisión del
Ejecutivo central de reducir en un 60 por ciento las
cantidades destinadas a financiar programas de empleo. “Si
la inversión pública se reduce, los sectores en crisis no
podrán salir de esa situación y los ceutíes no podrán lograr
el bienestar social del resto de los ciudadanos españoles”,
explicó Vivas.
El presidente ceutí, al igual que lo hizo en su homólogo
melillense, recordó al presidente del Gobierno central, José
Luis Rodríguez Zapatero, que la Disposición Transitoria V de
la Constitución, que permite a Ceuta convertirse en
Comunidad Autónoma, “sigue sin aplicarse”.
Según expuso Vivas, la reforma del Estatuto persigue un
objetivo “legítimo, posible y constitucional” y tiene como
finalidad “corregir ciertas disfunciones, mejorar nuestra
estructura orgánica, asumir nuevas competencias y reforzar
nuestra mencionada condición de ser y sentirnos España”.
La crítica hacia la política del Gobierno central ha estado
presente a lo largo de todo el discurso del presidente
ceutí. A este respecto, Juan Vivas ha instado a Zapatero a
poner en marcha “una mayor defensa de la españolidad de
Ceuta para transmitir confianza y seguridad a los ceutíes”.
En relación a la reunión de Alto Nivel que se celebró entre
España y Marruecos, y en la que no participaron los
presidentes de Ceuta y de Melilla, Juan Vivas pidió al
presidente nacional que “no acepte presiones externas para
excluirnos” y que “cuando alguien le pregunte sobre la
españolidad de Ceuta responda con claridad y contundencia”.
Solidaridad interterritorial
El presidente de la ciudad también se refirió durante su
discurso a la solidaridad interterritorial, al derecho de
todos los ciudadanos a ser iguales. “Es necesario superar
las dificultades que generan desigualdad para poder lograr
que todos los españoles reciban, en condiciones de igualdad,
los servicios públicos que prestan las administraciones”,
indicó Juan Vivas. El presidente ceutí también apeló a la
solidaridad interterritorial por “necesidad” ya que “en el
caso de Ceuta las dificultades, los retrasos, las carencias
y las condiciones son de tal envergadura que sin contar con
el apoyo solidario del conjunto de los españoles sería
impensable alcanzar un nivel de bienestar equiparable al del
resto de la nación”.
Juan Vivas explicó a los miembros del Senado las
características más relevantes de la Ciudad Autónoma, “lejos
de convertir mi intervención en un discurso localista”, ya
que, según el presidente, “en muchas ocasiones la realidad
ceutí aparece distorsionada y seriamente perjudicada”.
Vivas recordó que “Ceuta es y se siente española”; un
sentimiento que “se acentúa ante las provocaciones o las
dudas”, y explicó que “Ceuta es una ciudad con tan sólo 20
kilómetros cuadrados y 75.000 habitantes, cristianos,
musulmanes, hindúes y judíos que hemos aprendido a convivir
compartiéndolo casi todo”, unos factores que “garantizan la
no discriminación y la democracia”.
La extrapeninsularidad, la reducida superficie, la alta
densidad de población, la alta tasa de paro, los servicios
públicos carentes, el alto precio del transporte marítimo y
la severa presión migratoria, son los factores que expuso
Juan Vivas para que los miembros del Senado comprendieran
que los ceutíes “deben ser destinatarios de la solidaridad
del resto de los españoles”. Además, el presidente ceutí
apeló a la ayuda del Gobierno de la nación para que “nos de
un trato consecuente que permita igualar nuestras
condiciones de vida a las del resto de los españoles”.
Vivas también habló de inmigración. El presidente puso de
manifiesto la necesidad de que la el Gobierno y la Unión
Europea colaboren en temas como la inmigración así como de
que se endurezcan las penas para castigar “a quienes se
dedican al tráfico de personas”.
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