- Hay cosas que uno escribe, pero
como es periodista de una ciudad pequeña y de unperiódico
local, no se le da immayor importancia que la que le quieran
dar algunos de mis lectores.
Otra cosas sería, si escribíese en algún periódico de tirada
nacional y fuese una pluma de cierto renombre. Entonces la
cosa cambiaría y hasta puede, quién sabe, que algunos
políticos de altura me tomasen en cierta consideración.
La única satisfación personal, que encontramos los
periodistas de periódicos locales es que, en ocasiones, nos
adelantamos y escribimos los que otras plumas consagradas
escriben días depués. Algo es algo, aunque sea poco pero
que, alfin de cuenta, te alimenta un poco tu ego.
Hace algún tiempo, escribía en este mi periódico y, sobre
todo, de ustedes de aquellos que nos siguen, que la suerte
no había que tentarla mucho, porque está se cansa de estar
con nostros y, en cualquier momento, nos puede abandonar,
cosa que le podría pasar al presidente Rodríguez que , hasta
ahora, ha estado jugando con la suerte.
El pasado día 5, Raúl del Pozo, nada sospechoso por sus
ideas, escribía en “EL MUNDO en su columna diaria: “El
presidente dijo en la sesión donde se debatió el Estatuto de
Cataluña que hay momentos claves en los que el corage y la
audacia son la única forma de prudencia. Es verdad que la
fortuna favorece a los audaces; pero en estos días de
crispación nacional parecieras que la fortuna se está
cansando de llevarlo a cuestas y muestra esa indiferencia
que advirtió Maquiavelo ante el deterioro del reino.
De pronto parece que envez de pisar una mierda, has pisado
un cactus”
Y de todo el artículo hace destacar : “Es verdad que la
fortuna favorece a los audaces, pero en estos días de
crispación parece que a Zapatero la fortuna se está cansando
de llevarlo a cuestas”.
Hombre, amigo guardia, qué quiere qué le diga, uno al leer
estas cosas escritas por un maestro de la pluma de la
categoría de Raúl del Pozo, siente una gran satisfación
interna, porque muchos días antes de que el lo escribiera
servidor, en éste periódico de pueblo lo habíamos escrito.
Gracias, Raúl.
Pero hay más, la cosa noqueda sólo ahí.
A pesar del enfado que tuvo conmigo un amigo mío
perteneciente al PSOE, que uno tiene amigos de todas las
ideas y de todos los colores, también escribí que igual
esto, por el caminoque lleva y que nadie sabe cómo va a
terminar, España se podría convertir en dieciseis
comunidades y dos ciudades de repúblicas bananeras.
Y de la misma forma que, Raúl del Pozo, escribió muchos días
después, lo que servidor había escrito antes, sobre el
posible abandono de la fortuna al presidente Rodrñiguez,
otras plumas de categoría han escrito la cosa esa, de la
posibilidad de, tal y como están las cosas, donde cada uno
quiere ir a losuyo y olvidarse de la solidaridad entre todos
los españoles de España, convertirnos enrepúblicas
bananeras.
Por mucho que, Mariano Rajoy, intente llevar a cabo con el
parrtido socialista un cercamiento que les conlleve a un
pacto en los problemas de Estado, jamas lo conseguirá porque
una de las metas, es la eliminación total del PP, pra que
nunca pueda ganar unas elecciones.
El Partido Popular necesitaría gnar unas eleccioes generales
por mayoría absoluta para poder gobernar.
Sin esa mayoría absoluta, jamas gobernaría porque, todos
estos partidos que buscanla independencia de España, nunca
pactarían para que, Mariano Rajoy, gobernase España
sabiendo, de antemano, la idea que de España defiende el
Partido Popular y que, logicamente, iría contra sus
intereses.
De ahí ese interés por hacer desaprecer, en todo lo posible,
al Partido Popular y, de esa forma, perpetuarse en el poder,
por los siglos de los siglos.
Nada importa dividir a España en dieciseis o dieciocho
trozos cada una con sus carácteristicas correspondientes si,
con ello, se consigue la apartar al Partido Popular de la
lucha por el poder.
Ya se lo han pedido a Rodríguez el resto de los partidos que
le prestan su apoyo para gobernanr España. Eso está más
cantado que “macarena”.
Sólo hay un gran problema, para conseguir tan ansiado final
del Partido Popular, que detrás de él hay más de diez
millones de españoles que le prestan su apoyo y mucho nos
tenemos que equivocar o antes la situación planteada,
aumente ese númmero de manera importante.
Estar tentando la suerte, a cada momento, supone un grave
peligro el que la suerte se canse de estar apoyándonos
constantemente y decida quitarnos ese apoyo que, hasta, esos
momentos, nos había venido prestando.
La suerte es esquiva y desaparece de nuestro lado, con la
misma rápidez qe un día, sin saber por que razón, apareció
ante nostros dispuesta a ayudarnos.
No toda la vida nos dura la suerte y mal lo pasamos cuando
nos vuelve las espladas.
|