El delantero Sergio Molina, que el pasado domingo provocó y
lanzó el penalti que supuso el gol del empate para la AD
Ceuta ante el Córdoba (1-1), considera que su decisiva
intervención bien merece recuperar la titularidad. Una
recompensa que espera disfrutar en el campo del Real Jaén,
el próximo rival, y que no saborea desde que el cuadro
caballa firmó las tablas sin goles en el San Pablo de Écija,
allá por la octava jornada. “Egoístamente te digo que sí
merezco la titularidad, pero el que decide es el míster. Si
lo cree conveniente genial y si no habrá que aguantarse y
seguir trabajando. El futbolista siempre es egoísta y quiere
jugar titular todos los minutos”, asegura Molina, que se
congratula por haber estrenado su casillero de goles. “El
primer gol ha tenido que llegar de penalti. A ver si supone
el inicio de una racha goleadora. Si el míster deposita su
confianza en mí espero corresponderle y que entren por fin
los tantos”, dice.
Sin embargo, el ariete malagueño se muestra comprensivo con
la estrategia ofensiva de Ramón María Calderé, que ha
realizado mil variantes ofensivas en ataque para poner fin a
la sequía goleadora del conjunto, el segundo menos
materializador con ocho dianas, empatado con el Talavera y
el Conquense. “Él tiene sus ideas y sus planes y pienso que
es un entrenador que está intentando buscar lo mejor para el
equipo. Unas veces te toca y en otras ocasiones la
oportunidad es de otro”, afirma.
De hecho, el punta no considera una merma de la confianza el
hecho de que Calderé probara a Guri de delantero centro en
Villanueva o que el domingo adelantara a las inmediaciones
del área cordobesista la posición de Franch, cuando la
Asociación perdía 0-1. “Creo que lo intenta hacer de buena
fe y busca lo mejor para el equipo. Si después sale bien o
mal es casualidad, pero una cosa no tiene nada que ver con
la otra”, apunta Molina, quien precisa que “la confianza no
es un valor que el entrenador tenga que depositar en tí,
sino que el jugador debe demostrarle dicha confianza con su
juego”.
Con respecto al empate logrado frente al Córdoba, que se
adelantó por mediación de Pierini, el delantero sostiene que
la AD Ceuta hizo méritos para lograr mayor botín. “Tal y
como se puso el partido, creo que pudimos ganar. Tenemos la
sensación de que hemos perdido dos puntos y no que hayamos
salvado uno. Quitando los últimos veinte minutos de la
primera parte, fuimos muy superiores a ellos”, señala el
atacante, que disculpa el desconcierto en el campo tras el
0-1. “Quizá desde la grada dimos esa sensación de
desorganización. El míster ordenó ese sistema porque había
que buscar el gol del empate con todo. Hubo cierto momento
en el que el equipo estaba partido en dos, con la mitad
defendiendo y la otra mitad atacando, pero salió bien y era
normal a tenor de las circunstancias del partido”, agrega.
Molina, que hace unas semanas avanzó a El pueblo de Ceuta
que la Asociación está diseñada para aspirar a todo, aún
mantiene dicha opinión, a pesar de que el equipo se
encuentra a un punto del descenso. “En la situación en la
que estamos parece irreal pensar que podemos meternos entre
los cuatro primeros, pero hasta día de hoy no he visto
ningún equipo que sea superior a nosotros durante todo el
partido, sólo en ciertas fases. Tenemos potencial para estar
entre los cuatro primeros, pero eso dependerá de que
encadenemos unas cuantas victorias consecutivas y que el
equipo recupere la confianza que ahora mismo no tiene. Con
esos factores, tenemos potencial para estar ahí arriba”,
concluye.
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Lanzamientos de todos los colores en el Martínez Pirri
El entrenador de la AD Ceuta,
Ramón María Calderé, diseñó ayer una sesión de entrenamiento
en el José Martínez Pirri exclusivamente destinada a
practicar el disparo a puerta, la asignatura pendiente del
equipo caballa. Después de la tradicional charla posterior a
cualquier partido y al calentamiento, los pupilos del
técnico catalán se pusieron el mono de trabajo y empezaron a
patear el cuero.
En primer lugar, el preparador tarraconense dispuso sobre el
césped artificial un circuito con toque de balón que
finalizaba en el lanzamiento desde la frontal del área. Los
jugadores partían desde la banda realizando toques en corto
y zancadas sin balón, para después afrontar un eslalon en
zig-zag, tocar a un compañero y chutar a puerta, tanto con
la pierna izquierda como con la derecha.
El segundo ejercicio consistió en realizar dos remates
consecutivos hacia dos porterías que se encontraban en
paralelo: el primer disparo tras recibir un balón por bajo y
el segundo engatillando otro aéreo. El acierto del equipo
fue mucho mayor que en otras ocasiones.
Está previsto que la plantilla vuelva a entrenar hoy en el
césped del Martínez Pirri a partir de las 10:30 horas.
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