Para gobernar un pueblo, la base
fundamental es conocer las carácteristicas de sus gentes.
Sin ese conocimiento las equivocaciones se irán sucediendo
unas trás otras sin tener vuelta atrás.
El pueblo español, como todos y cada uno de los pueblos que
conforman el planeta Tierra, tiene unas carácteristicas
especiales que nos hace ser diferentes al resto de los
pueblos. Cosa, por supuesto, que sucede con los demás
pueblos conrespecto al resto.
Cada pueblo es como es y no como, cada uno de nosotros,
sobre todo los que gobiernan, quieren que sea.
Cambiar esas cualidades peculiares de cada pueblo es querer
que, de nuevo, aparezca la especie humana sobre la Tierra y,
ni con eso se podría cambiar las carácteristica que
diferencian a unos pueblos de otros.
El pueblo español, como todos los pueblos mediterráneos es
soberbio, orgulloso y difícilde doblegar en sus conviciones,
aunque esa forma de ser y esas conviciones parezcan que
están dornidas pero, con ellas, pasaría como cuando los
japoneses creyeron derrotar a los EE.UU y aquel general,
inteligente él, dijo “ acabamos de despertas al monstruo”.
Ese es el gran problema que, algunos, no han llegado a
enteder ante el “pasotismo” del pueblo en determinados
momentos.
Mucho cuidado con despertar al monstruo porque, si se
despierta, no habrá vuelta atrás.
Una de las causas que despertarían, sin lugar a dudas, al
“monstruo” es la de quererle imponer lo que tiene o no tiene
que hacer.
Nunca, si eres medianamente inteligente, le quieras imponer
nada al pueblo español, aunque sea para su beneficio porque,
con toda seguridad, hará lo contrario.
Lo avisamos y lo hemos escrito en esta misma página, lo que
pasaría con la aplicación de la nueva ley sobre el tabaco y
la prohibición de fumar en determinados lugares, y no nos
hemos equivocado en nada.
Díjimos y escrito está, que las palabras se las lleva el
viento, mientras lo escrito permanece, que aumentaría la
venta de tabaco y el número de fumadores.
No se ha tardado mucho en darnos la razón, la venta de
tabaco ha aumentado en casi unveinte por ciento. Eso, si se
hubíese conocido al pueblo español, era de esperar. Hará
locontrario de lo que le quieran imponer.
Que nadie se extrañe si los restaurantes, habilitan salas
para fumadores o simplemente, ponen un letrero que diga
“sólo fumadores”.
No hay que ser un genio para comprender, que son más los que
les gusta furmarse uncigarro o un puro después de una buena
comida que los que no fuman. Que, además, en estas ocasiones
especiales, hasta los que no fuman, piden un cigarro y se
ponen a fumar. Con lo cual tenemos unos nuevos fumadores en
potencia.
Además, los restaurantes tendrán en cuenta que después de
encender el cigarrillo o el puro, esos comensales pedirán
unas copas y no van a perderdinero aceptando, simplemente, a
los qe no fuman que al lado de los otros son minorías.
De momento, me voy a apuntar, con permiso de todos ustedes
el ”tanto” de haber acertado el aumento de la venta de
tabaco, así como el aumento del número de fumadores y todo
por la sencilla razón, de querer imponer algo por ley al
pueblo español. Y eso que es por su bien, ni te quiero
contar si no fuese beneficioso para su salud.
No tirarme bocadillos de jamón, que me voy a “mosqueá”, pero
no tengo más remedio que besarme, porque me lo merezco.
El pueblo, nuestro pueblo, es así e intentar cambiarlo es
tanto como buscar una aguja en un pajar o intentar
“fundirnos” y hacernos de nuevo.
Cosa que no daría resultado alguno, porque volveríamos a
salir, en esos moldes nuevos, con nuestras mismas
carácteristica.
Se está hablando y escribiendo mucho sobre el asuntode que
España es laica y que hay que luchar para que así sea.
Un nuevo error que cometen, porque no saben nada de nada
sobre el pueblo español y, de nuevo, se van a equivocar
¡Cosas digo, colega!.
Cada día saldrán más católicos, mayor números de fieles en
las iglesias incluidas personas que llevaban años sin
aparecer por aquellos lares
El tiempo, ese que quita y da razones, me dará o me quitará
la razón de cuanto estámos diciendo. De momento, me ha dado
toda la razón en el asunto del tabaco, aumentandolas ventas
del producto en casi un veinte por ciento.
Por mucho que. algunos catetos con la maleta de madera
amarrada con una cuerda, lo intenten España o algunas de sus
regiones o pueblos, no seconvetirán, jamás, en una república
bananera.
Otro error cometido, al no conocer al pueblo español, es ese
intento de acabar con la Cope.
Se equivocan, enormemente, cada día esa cadena de emisoras
tendrá más oyentes, que irán aumentado el número cada vez
que reciba un ataque a la misma. ¡Cuantos errores!
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