Por parte del Grupo Parlamentario Caballas, fue el diputado
Juan Luis Aróstegui el encargado de defender la postura del
partido localista sobre los presupuestos presentados, e
inició su intervención poniendo de relieve la fama de
“corrupto” que poco a poco se ha ido ganando el ayuntamiento
gracias a su gestión en cuanto a la “contratación de
personal, la adjudicación de contratos a dedo y la
adjudicación de viviendas a dedo”. En este sentido, tal y
como indicaba Aróstegui, esta es una fama “bien ganada” por
el ayuntamiento y que “es necesario corregir a marchas
forzadas, con el fin de recuperar la credibilidad, por parte
de la sociedad, en las instituciones”.
Además, avanzar el voto contrario a los presupuestos,
Aróstegui empezó su intervención refiriéndose a la
modificación incluída por el Gobierno a la ‘Base 19’,
recriminando al Gobierno su intención de buscar en el pleno
de la asamblea una “abstracción de la realidad para abrir
una portezuela, a la que nos vamos a oponer y de lo que ya
avanzamos que si aun así se mantienen en esta idea
acudiremos a los tribunales para que esta modificación no se
ejecute”.
Centrados más de lleno en los presupuestos, Aróstegui
consideraba que el presupuesto de ingresos está
“sobrevalorado” en al menos seis millones de euros, y
criticó que el Ejecutivo ha extremado la austeridad hasta el
punto de que los servicios públicos “los tienen precarizados
al máximo”.
Igualmente, el diputado de Caballas indicaba que la
destrucción de empleo es una realidad incuestionable,
manifestando que esta situación tiene dos consecuencias muy
negativas: que muchos de los servicios públicos están
funcionando por debajo del nivel deseable y está ocasionando
muchos problemas, ya que la institución funciona mal y “no
vale ir colocando parches para salir del paso”, y en segundo
lugar, la congelación la oferta pública de empleo desde hace
mucho tiempo. Por todo ello consideró que se hace necesario
crear expectativas de empleo y que la Ciudad “cubra las
plazas necesarias con oposiciones y procedimientos limpios”.
Aróstegui mostró la preocupación de su grupo político ante
unos presupuestos que fueron catalogados como
“fundamentalmente insolidarios y carentes de ambición”, una
mezcla que según Caballas es “explosiva en esta ciudad”.
Para Caballas, Ceuta se enfrenta a un “enorme monstruo de
dos cabezas que se llama desigualdad y paro y que nos devora
por momentos”. Para Aróstegui esto no es una cuestión menor
ya que “nos ataca a la esencia y el núcleo duro de esta
ciudad”. En este sentido, Aróstegui insistió en que la
desigualdad es un factor en Ceuta de “desestabilización
social y de destrucción de la convivencia, y si un gobierno
no es capaz de entender que la desigualdad es algo más que
un problema de las personas que lo sufren, ese gobierno no
entiende las claves de futuro de la ciudad”, indicando que
en la ciudad existen dos trincheras, “la opulencia y el
sufrimiento, dos trincheras cada vez más distantes”
Por ello, para el Grupo Parlamentario Caballas el
presupuesto presentado por el Gobierno “no logra mitigar los
efectos de la desigualdad”, ya que tal y como criticó
Aróstegui, todas las medidas que Román fue desgranando
durante su intervención en cuanto al ámbito de política
social, “tan sólo suman cuatro millones de euros, mientras
que los bancos se van a llevar en intereses más de cinco
millones y medios”, de ahí que emplazara al Ejecutivo a
salir de ese “ensimismamiento errático” en el que se
encuentran ubicado, al considerar que “han perdido las
referencias de las cifras, y no terminan de entender la
dimensión social de los presupuestos que manejan”.
Aróstegui advirtió al Gobierno del PP de que “lo que hoy son
lamentos, algún día pasarán a ser gritos, y después, quizás
algo peor, y entonces será cuando nos rasguemos las
vestiduras”.
Para Caballas hace falta compromiso, valentía y arriesgar,
además de ser ambicioso, ya que tal y como manifestó
Aróistegui “no se puede decir que se está preocupado por el
paro y no ser capaces de presentar alguna iniciativa
enfocada a luchar contra esta lacra social”.
El dirigente localista consideró “inconcebible” que una
programación política de todo un año “no contemple
iniciativas para cambiar una dinámica que es preocupante”,
poniendo de relieve que la “falta ambición” por parte del
Gobierno de la Ciudad, argumentando que el Ejecutivo tiene
un concepto de ciudad “anclada en el pasado”, al seguir
pensando que Ceuta puede ser una ciudad de empleados
públicos, un pensamiento que para Caballas “es un tremendo
error”, y recriminó al Gobierno que no quieran “ni aceptar
planteamientos alternativos, ni asumir un cambio
fundamental”.
Aróstegui insistió en que este presupuesto es “incapaz” de
contemplar una sola iniciativa en el ámbito de las
viviendas, algo que para el dirigente localista es una forma
de decirle a la ciudadanía que “tire la toalla porque este
gobierno no tiene ni dinero, ni tiempo, ni ganas de ocuparse
de este problema”.
Caballas consideraba que el Gobierno padece “tres graves
enfermedades”, refiriéndose a una “falta de eficiencia del
gasto público; los agujeros negros tan tradicionales con
sueldos desmesurados de la estructura política de la ciudad,
gastos judiciales, tasas de vertederos, etc) y que suman
siete millones de euros; y por último, el absoluto caos
existente en el ámbito de las subvenciones”, indicando que
todas estas “enfermedades” suman alrededor de 15 millones de
euros.
Por ello, para Aróstegui, el Gobierno “no entiende que
nuestra ciudad es una ciudad cogida con alfileres, y todo lo
que no sea contribuir a asentarla de una manera fuerte y
firme es un tremendo error”.
En el apartado de las inversiones, Caballas también puso en
tela de juicio los 28 millones fijados en el capítulo de
inversiones, asegurando que son 28 millones de “mentirijillas”,
advirtiendo de que si se suma lo que el Gobierno finalmente
no logrará hacer y lo que ya se ha hecho, “no se llegaría a
12 millones de euros”.
Para concluir, Aróstegui aseguró que aprobar estos
presupuestos es un acto de “irresponsabilidad”, poniendo de
relieve que la ciudad está en una “encrucijada”, en un
momento, que a juicio de Caballas, es “delicado e
importante, en el que hay que tomar decisiones, y el tiempo
no es ilimitado”, una variable que para Aróstegui hay que
tomar muy en consideración, ya que de no ser así la ciudad
es una “olla a presión, en la que la desigualdad ejerce una
presión negativa en cuanto a la convivencia de la ciudad, si
no somos capaces de hacer crecer la autoestima de esta
ciudad, y de hacer que los ciudadanos se sientan a gusto,
cómodos y que tengan su expectativas de vida bien fundadas
en esta ciudad, estaremos yendo a una depresión psicológica
y social muy difícil de superar”.
Finalmente, Aróstegui insistió en que estos presupuestos
preocupan porque son “inservibles” para las causas que desde
Caballas se consideran fundamentales y que suponen el reto
de una ciudad “asediada por conflictos sociales de enorme
envergadura”.
Para poner el punto y final a su intervención, Aróstegui
solicitó al Grupo Parlamentario Popular retirar los
presupuestos para rehacerlos y lograr “que se desatasque a
esta ciudad de una manera comprometida”. Aróstegui apeló a
la responsabilidad del Gobierno para que estos presupuestos
sean elaborado bajo el amparo del consenso y con acciones
claras y de altura de miras fijadas para trabajar entre
todos.
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