Caballas instaba ayer al Pleno de la Asamblea a mostrar su
rechazo al Transatlantic Trade and Investment Partnership,
que están negociando en la actualidad, de manera
“antidemocrática”, la Unión Europea y Estados Unidos. Lo
hacía a través de una propuesta que defendió de forma
conjunta con el PSOE que también presentaba una moción de
urgencias sobre esta cuestión. Estas propuestas fuero
rechazadas por el PP y Ciudadanos.
Por parte de Caballas, Juan Luis Aróstegui resaltaba que
bajo el eufemismo de “acomodar la legislación” a las
condiciones competitivas de las empresas que se instalen en
los estados firmantes subyace la intención de desregular por
completo el mercado laboral, desmantelar los mecanismos de
protección social, y pulverizar los derechos sociales. Todo
ello para maximizar el beneficio de las multinacionales.
En este sentido, Aróstegui insistía en que este tratado, que
supone en la práctica “la demolición del Estado del
Bienestar” como concepto, está provocando fuertes reacciones
en toda Europa, y que por tanto “Ceuta no puede permanecer
ajena ante este nuevo atropello a los derechos sociales de
los españoles, y por tanto de los ceutíes”.
Máxima transparencia
Por su parte, Hernández ponía de manifiesto la necesidad de
defender la máxima transparencia e información en todo el
proceso de negociaciones, garantizando un debate informado
capaz de dar respuesta a las preocupaciones ciudadanas, por
lo cual el Gobierno deberá comparecer en el Congreso después
de cada ronda de negociación para informar sobre el estado
de las negociaciones del TTIP, así como velar porque no se
traspasen unas ciertas líneas rojas.
Discurso del miedo
Román bromeaba y manifestaba que momentos antes no se habían
puesto de acuerdo en unos cuantos puntos de un nuevo
Reglamento y que con esta propuesta se pasaba a intentar
controlar la economía mundial. Por ello, Román pidió “no
demonizar” una cuestión que todavía está en debate y no
utilizar “el discurso del miedo”. En este sentido, pese a
que reconocía que hay que estar muy vigilante, no ven este
acuerdo como un problema, sino como una oportunidad en la
que hay que estar trabajando y vigilando para que cada
estado pueda tener su propia legislación.
Reduan Mohamed, diputado de MDyC, también tomaba la palabra
para manifestar que el verdadero caballo de Troya no es el
TTIP sino el ‘TiSA’ (Tratado del Comercio de Servicio) y
mostraba su rotundo rechazo a estos tratados, por tener unas
consecuencias claramente restrictivas y dañinas hacia los
ciudadanos. Javier Varga, de Ciudadanos, fue el único que se
mostró contrario a ofrecer su respaldo a las propuestas de
PSOE y Caballas, indicando que estas, por muy lejanas que
parezcan, también afectan a los ceutíes. Pero resaltaba que
no existe ningún tratado, sino que tan sólo son unas
negociaciones que se están llevando a cabo y que hoy por hoy
se desconoce si llegarán a buen puerto.
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