El fenómeno de la inmigración
sigue azotando a la ciudad, y lo hace de manera continuada
con un goteo incesante de llegada de pateras, donde a pesar
de las inclemencias meteorológicas, los inmigrantes no dudan
en poner en riesgo sus vidas para lograr pasar desde el país
vecino de Marruecos a territorio español.
Este viaje siempre es peligroso, y
la muestra de ello es que ayer, al igual que hace una
semana, fallecía otro inmigrante ahogado en las costas
ceutíes, después de que la pequeña embarcación donde viajaba
con otros diez personas más, zozobrara cerca a la zona de
Santa Catalina debido al golpeo de las importantes olas que
ayer azotaba dicha zona.
Minutos más tardes de atender a
este grupo de inmigrantes, otra patera, esta vez con 19
inmigrantes (dos de ellos mujeres) tuvo que ser rescatada
por la embarcación de Salvamento Marítimo ‘Salvamar Atria’ y
por una de las embarcaciones de la Institución Humanitaria
Cruz Roja.
El primer aviso se recibió en la
Comandancia de la Guardia Civil alrededor de las 8.30 horas,
alertándose de la presencia de una embarcación en la zona de
Santa Catalina. Tras recibirse dicho aviso, de inmediato se
procedió a alertar al correspondiente dispositivo tanto
patrullas de costa como embarcaciones del Servicio Marítimo
y el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la
Guardia Civil de la Comandancia de Ceuta.
Una vez en el lugar, los
integrantes de los dispositivos de emergencia pudieron
apreciar que una embarcación neumática, provista de un motor
fuera borda, debido a las condiciones de la mar, alcanzando
las olas más de tres metros, había zozobrado cayendo todos
sus ocupantes al mar.
Del grupo que viajaban en la
citada embarcación, tan sólo 6 lograron alcanzar la playa
siendo auxiliados por los compontes de las patrullas de
costa, mientras que 4 de ellos, que carecían de la
suficiente flotabilidad para llegar y mantenerse a flote,
tuvieron que ser rescatados e izados a la embarcación del
Servicio Marítimo.
Igualmente, durante esas labores
de rescate, los miembros de Salvamento Marítimo pudieron
constatar la presencia de un cuerpo inerte sobre el mar,
próximo a la zona rocosa donde habían zozobrado, siendo
rescatado el cadáver por los componentes del Grupo Especial
de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, dada la
imposibilidad de aproximación de embarcaciones por el
continuo golpeo de las olas y peligrosidad para las
embarcaciones de la zona en que se encontraba.
Los diez subsaharianos que
pudieron ser auxiliados y rescatados, resultaron ser varones
con edades comprendidas entre los 20 y 35 años de edad,
procedentes de Guinea Conakry, a los cuales se les aplicó el
reconocimiento sanitario que se efectúa a los inmigrantes
que acceden a la ciudad de forma irregular.
Igualmente, tal y como se informó
desde el Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE)
de Cruz Roja, al no presentar ninguna sintomatología que
conllevara una atención más precisa, se procedió a su
entrega al Cuerpo Nacional de Policía a los efectos
pertinentes en materia de extranjería.
Por otro lado, el finado, una vez
autorizado por la Autoridad Judicial, fue trasladado al
Centro Anatómico Forense para la realización de la
correspondiente autopsia.
Una segunda patera
Todavía no se había terminado de
rescatar a los diez inmigrantes que habían llegado en una
embarcación neumática hasta la zona de Santa Catalina,
cuando un nuevo aviso alertaba de la llegada de otra
embarcación con un total de 19 inmigrantes.
Este segundo aviso se produjo en
torno a las 10.10 horas, en ese mismo instante se procedió a
dar aviso a la embarcación de Socorrismo acuático de Cruz
Roja, alertándole que la patera con 19 personas a bordo
había sido interceptada a unas tres millas de la playa de la
potabilizadora.
Hasta esa zona se desplazó la
embarcación de socorrismo acuático de la Institución
Humanitaria así como la embarcación de Salvamento Marítimo
Atria, procediéndose, minutos más tarde, el rescate de los
diecinueve inmigrantes, entre los que se encontraban dos
mujeres.
Todos ellos fueron trasladados
hasta el muelle de la puntilla, donde fueron nuevamente
atendidos por los integrantes del ERIE, quienes tras
realizar el pertinente control sanitario, procedieron hacer
entrega de mantas, ropa seca y comida.
Precisamente, desde la Institución
Humanitaria se ha resaltado que todos los inmigrantes
atendidos durante la jornada de ayer, presentaban síntomas
de hipotermia, pero que ninguno tuvo que ser trasladado
hasta el Hospital Universitario.
Finalmente, y tras pasar por
las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía para su
afiliación, los inmigrantes se trasladaron hasta el Centro
de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) que mantiene,
tras las continuas llegadas de inmigrantes, una ocupación
muy superior a la plazas que tiene.
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