Yassni Z., el ciudadano de nacionalidad suiza y marroquí que
ha sido juzgado por degollar al agente de la Policía
Nacional Juan Ferrer y por un robo con violencia, pidió ayer
perdón a su víctima y también al tribunal.
La última de las cuatro sesiones celebradas por el tribunal
de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en
Ceuta -presidido por el magistrado Fernando Tesón- se centró
en los testimonios de dos agentes de la Policía Local, así
como dos forenses que explicaron el estado mental del
acusado. Yassni Z. sufre un trastorno bipolar tipo I, una
psicosis maniaco-depresiva. Es un trastorno del estado de
ánimo que se caracteriza por uno o más episodios con niveles
anormalmente elevados de energia, cognición y del estado de
ánimo. Se puede pasar de estados anormales de alegría a la
tristeza.
En su turno de intervención para cerrar el juicio, Yassni Z.
quiso hacer uso del mismo para decir que le dio “pena” del
policía nacional al que atacó, y a quien pidió perdón
expresamente, así como al propio tribunal. Indicó que padece
una enfermedad “que no se puede diagnosticar de un día para
otro”, que lleva en tratamiento desde 2002 -cuando le fue
diagnosticado el problema en Suiza- y que no era consciente
de lo que hacía.
Recordó que tiene cuatro hijos, que procede de una buena
familia y que tenía “un buen trabajo”, hasta que enfermó.
Fue guardaespaldas y jefe de servicios de seguridad en la
Embajada de Argelia en Suiza, así como de dependencias de
Naciones Unidas en el país helvético. Recibió instrucción de
defensa y ataque por parte del Mossad israelí y es cinturón
negro de kárate.
No parece haber duda alguna por ninguna de las partes
personadas -Ministerio Fiscal, acusación particular y
defensa- del hecho de que degolló al policía nacional Juan
Ferrer el día 15 de septiembre de 2012 en el complejo rural
Miguel de Luque. Además le hirió con un cuchillo en el
pecho, en la mano izquierda, en la zona lumbar derecha y
también le provocó, de una patada, el estallido de un
testículo.
La defensa, por su parte, no cree que esté acreditado el
hecho de que robara con violencia en el bar del citado
complejo rural.
En todo caso, el Ministerio Fiscal, en sus conclusiones
definitivas, modificó su petición inicial, para elevar la
petición de pena, dada la “espacial gravedad” de los hechos,
de forma que suprimió cualquier aspecto atenuante e incluyó
el agravante de abuso de autoridad. De esta manera, pide la
fiscal cuatro años por robo, con nueve años de prohibición
de aproximación al complejo rural. En cuanto al homicidio en
grado de tentativa, pide ahora nueve años -antes eran siete-
más 18 años de prohibición de aproximación a la víctima y
una indemnización de 135.553 euros.
Por su parte, la acusación particular que ejerce el letrado
Francisco Rivera, se mantiene en su petición inicial de doce
años de cárcel por tentativa de homicidio y tres por robo
con violencia, además de una indemnización de 200.000 euros
a la víctima.
Mientras tanto, la defensa del acusado sostiene que hay que
aplicar en todo caso a la pena la eximente incompleta por
trastorno mental, y que en lo referente al robo no se ha
acreditado que él fuera culpable.
Una de las claves de la jornada de ayer en la Sección IV de
la Audiencia Provincial era una prueba pericial del cabello
del procesado, en la que el examen toxicológico indicó que
no había trazas de que hubiera consumido cocaína en grandes
cantidades, aunque sí dio positivo en cannabis.
Los dos policías locales que depusieron ayer en la sala
indicaron que la noche de autos fueron requeridos por el
acusado, que se encontraba en la rotonda cercana al Poblado
Marinero, descalzo, y que les manifestó que había sido
objeto de un robo.
Lo llevaron a Comisaría para interponer la correspondiente
denuncia y posteriormente, en torno a las 04.30 horas o unos
minutos más tarde, lo trasladaron al complejo rural Miguel
de Luque, ya que el hombre decía carecer de dinero. En todo
caso, indicaron los agentes que no olía a alcohol y que su
estado no era agresivo.
En torno a las 06.00 horas del mismo día fue cuando se
produjo la brutal y salvaje agresión al policía nacional
Juan Ferrer, que estaba fuera de servicio.
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En manos del tribunal qué versión del Código Penal se aplica
Tras las conclusiones definitivas
de las partes que estaban personadas en el juicio
-Ministerio Fiscal, acusación particular y defensa- el
tribunal presidido por el magistrado Fernando Tesón se
retiró a deliberar en privado en torno a una importante
cuestión, cual es la aplicación del Código Penal. El nuevo
entró en vigor el pasado mes de julio. Se entiende que, en
todo caso, se aplicaría el más beneficioso para el acusado.
De esta forma, descenderían los grados, y por consiguiente,
las penas que podrían recaer sobre el procesado. Las
especiales circunstancias que concurren en el caso hacen que
la decisión del alto tribunal sea muy importante, dado que
no hay conformidad entre las partes personadas.
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