La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz En Ceuta
acogió ayer el inicio del juicio contra un ciudadano de
nacionalidad suiza acusado de degollar a un policía nacional
fuera de servicio en el Complejo Rural Miguel de Luque, en
septiembre de 2012. El policía logró sobrevivir al brutal
ataque, pero sufre muy severas secuelas, físicas y mentales,
como consecuencia de la salvaje agresión.
El acusado es Yassni Z., con nacionalidad suiza y que se
encuentra preso en la cárcel de Los Rosales desde que fuese
detenido la noche en que se produjeron los hechos, el 15 de
septiembre de 2015.
Se trata de un hombre relativamente joven, de gran
corpulencia y fuerza, que ha sido guardaespaldas y jefe de
equipos de seguridad en dependencias de Naciones Unidas en
Suiza. Además, ha recibido adiestramiento en defensa
personal por parte del Mossad, el servicio de inteligencia
israelí.
La peligrosidad potencial de esta persona obligó a que se
adoptaran medidas especiales en la Sección VI de la
Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, con media docena de
agentes del Cuerpo Nacional de Policía en el interior de la
sala de vistas. Además, permaneció durante la primera
jornada del juicio con las manos esposadas a la espalda. El
alto tribunal está encabezado por el presidente de la
Sección VI, el magistrado Fernando Tesón.
Todos los indicios apuntan a que infligió una herida en la
parte izquierda del cuello de un policía nacional fuera de
servicio así como heridas en la mano izquierda, pecho y zona
lumbar derecha. También se le juzga por un robo perpetrado
esa misma noche en el bar del complejo rural.
El Ministerio Fiscal solicita una pena de 7 años de cárcel
por tentativa de homicidio, así como 18 meses por robo. La
acusación particular pide 13 años por tentativa de homicidio
así como tres por robo. La defensa del acusado, por su
parte, entiende que procede una eximente incompleta de su
defendido, habida cuenta de que concurriría, según la tesis
del abogado defensor, una situación de transtorno mental.
El policía nacional y su esposa vivían en una de las cabañas
del complejo rural, al igual que el acusado.
La propietaria del centro llamó por teléfono en torno a las
06.00 horas al agente, despertándole, para indicarle que
habia escuchado mucho ruido en el bar y que creía que podía
tratarse de un robo. Dijo que tenía mucho miedo.
El policía declaró que se acercó al lugar y que comprobó que
las puertas del establecimiento se encontraban abiertas de
par en par, y que el interior se encontraba revuelto, signos
que parecían evidentes de que se había perpetrado un robo en
el lugar.
Mientras se encontraba en la puerta, según declaró, Yassni
Z. se acercó por detrás. El policía le indicó que no entrara
en el lugar porque habia sido avisada ya la Policía Nacional
y que no se podía tocar nada.
Mientras el agente accionaba un mando a distancia para abrir
la puerta de un garaje, la persona que se encontraba a su
lado le cortó el cuello y le propinó varias puñaladas más,
así como patadas que le provocaron la explosión de un
testículo.
Aún en esas condiciones, el agente gritó a su esposa para
que le trajera su pistola con el objeto de defenderse. La
mujer se acercó, pero con un móvil en la mano y parece ser
que el agresor creía que era una pistola y por ello huyó.
El agente pudo entrar junto con su mujer en la casa de la
propietaria del complejo rural, que se encontraba acompañada
por su madre de 82 años y por una hija embarazada de seis
meses. El policía, temía por la vida de las mujeres, entró
con su esposa en la casa de la propietaria, le dijo que
cerrara la puerta y se desplomó.
Su esposa tuvo el valor de taponarle la herida con una
toalla.
Mientras tanto, agentes que declararon ayer lograron
localizar al presunto autor, que portaba tres cuchillos de
grandes dimensiones -se deshizo de uno de ellos- y que se
había escondido en una zona de difícil acceso. Los agentes
siguieron la pista del presunto autor de la salvaje agresión
y tuvieron que efectuar incluso dos disparos al aire. Tras
veinte minutos, el individuo se entregó. Fue llevado al
Hospital en primer lugar, ya que presentaba múltiples
arañazos en el cuerpo, ya que la zona donde se escondió está
repleta de zarzas.
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