El nuevo mecanismo de facturación horaria de la electricidad
ya está en marcha y Ceuta no se ha quedado atrás. La Empresa
de Alumbrado, al igual que las grandes eléctricas, también
cuenta con este sistema de factura de la luz por horas que
repercutirá en los clientes que dispongan de contadores
inteligentes y que suponen, aproximadamente, la mitad de la
población. La mayoría de ellos se concentran en los
edificios más modernos.
Con la tarificación por horas, se deja de asumir el precio
medio del mercado nacional, según los perfiles mensuales que
establece Red Eléctrica Eléctrica de España (REE). Esto
afecta a los consumidores que, además de contador
inteligente, tienen contratada una tarifa regulada, el
Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), que pasarán
a disponer de una tarificación personalizada basada en la
lectura horaria de sus contadores. Así, el nuevo sistema
permitirá aumentar la información disponible por los
consumidores, que ahora podrán saber con antelación qué
horas son generalmente más caras e, incluso, podrán conocer
el precio exacto de la electricidad desde el día anterior a
través de la web de REE (http://www.esios.ree/web-publica/pvpc/).
El plazo dado por el Gobierno para que las eléctricas
pusieran en marcha el nuevo sistema de facturación horaria
era el pasado 1 de octubre, aunque las eléctricas contarán
hasta finales de 2018 para sustituir el 100% de su parque de
contadores y que pasen a ser ‘inteligentes’. A este
respecto, las grandes compañías eléctricas ya ofrecen a
través de internet información personalizada a los usuarios
acerca del consumo que realizan en cada hora conforme al
nuevo mecanismo de facturación horaria.
Parte variable de la factura
En la práctica, este nuevo sistema de facturación por horas
sólo afecta al cálculo de la parte variable de la factura.
El término fijo, es decir, lo que el cliente paga por la
potencia contratada, independientemente de lo que se
consuma, sigue igual, según explican desde la Asociación de
Consumidores y Usuarios (OCU). Mientras, el término
variable, lo que se paga por cada kWh que se consume, es lo
que ha cambiado: con la TUR (antes de 2014) se fijaba en
subasta cada tres meses; después se pasó a calcular según el
mercado mayorista con perfiles de consumo de REE y ahora se
pasa a la tarificación personalizada.
Por otro lado, los clientes acogidos al Precio Voluntario al
Pequeño Consumidor que no cuenten con equipos
telegestionados pagarán la electricidad en función de unos
parámetros medios de consumo hasta que dispongan de ellos.
Algo que ocurrirá antes de 2018.
La OCU ya ha advertido de que la nueva tarificación
“perjudicará a quienes consuman habitualmente durante las
horas más caras”. Franjas que suelen situarse tras las horas
de la comida y la cena. A estos usuarios, aseguran, les
puede interesar ir al mercado libre y buscar “una buena
oferta con precio fijo”. Por el contrario, señalan desde la
asociación, quienes puedan reducir sus consumos en las horas
habitualmente caras, el PVPC será una “buena opción” ya que
el ahorro que tendrán podrá compensar “el riesgo de que se
produzcan subidas en el precio de la energía”.
Por su parte, la Asociación General de Consumidores (Asgeco)
ha apuntado que “sigue sin ver el ahorro” con el nuevo
sistema, ya que “no cambia la factura ni la información,
sólo el método de cálculo”. En un comunicado, la asociación
de consumidores señala que, a pesar de que con este sistema
se podrá saber de antemano a qué hora el precio de la luz
será más alto o más bajo, la diferencia al final puede ser
sólo de “unos pocos euros” dado que el consumo efectivo
representa “algo más de un tercio de la factura final”.
Por su parte, la asociación de consumidores Facua denunció
esta semana que el nuevo sistema de facturación horaria de
la luz es un “insulto a la inteligencia y a la dignidad” del
consumidor al sugerir que debe cambiar sus hábitos de
consumo. En declaraciones a Europa Press, el portavoz de
Facua, Rubén Sánchez, señaló que “la gente utiliza la
electricidad cuando y como la necesita”, por lo que sugerir
“poner el lavavajillas o la lavadora de madrugada” para un
ahorro “mínimo” supone “un insulto”.
Asimismo, subrayó que el nuevo sistema vulnera el derecho
comunitario, ya que no se informa al consumidor con
suficiente antelación sobre la tarifa dándole la posibilidad
de “tomar una decisión” puesto que sólo se pueden conocer
las tarifas 24 horas antes de que se apliquen. “No se conoce
el precio con la antelación suficiente para tomar una
decisión”, indicó, añadiendo que lo que plantea el TUE es
que “hay que aplicar las tarifas de una forma estable”.
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