La operación para desarticular esta red terrorista se inició
en abril de 2012, cuando el marroquí Abdelaziz El Mahdali
viajó a Siria y creó la “katiba” (batallón de combatientes)
llamada “Tarik Ibn Ziad”, a la que se incorporaron los
captados por la red española.
De los catorce hombres que viajaron a Siria entre abril de
2012 y junio de 2013 gracias a la red, que les facilitaba el
transporte hasta Turquía y los contactos en este país para
desde allí llegar a Siria, solo uno regresó, el acusado
Abdeluahid Sadik Mohamed.
Este hombre participó en acciones en Irak y Siria, entre
ellas liberar prisioneros de la cárcel de Abu Ghraib en
Bagdad, y fue detenido en Málaga en enero de 2014 a su
regreso del país árabe.
Por su parte, uno de los presuntos cabecillas de la red,
Marquitos, se encargaba de gestionar el viaje de los
yihadistas, buscándoles en internet los billetes a Turquía,
y participaba también en la financiación de esta estructura
y del dinero utilizado por los yihadistas en Siria.
El otro líder de la célula, Ismael Abdellatif Al Lal, tenía
una “función esencial en la red respecto a las personas que
se desplazaban a Siria e incluso viajó en varias ocasiones a
Turquía para acompañar a los muyahidines.
Otro de los acusados, Abdelah Abdeslam Ahmed, alias Chepej o
El Cojo, se constituyó en el referente ideológico de los
radicales que viajaron a Siria y para realizar labores de
captación contactaba telefónicamente con los otros miembros
de la organización y participó en numerosas reuniones con
quienes finalmente se desplazarían a Siria.
De hecho, envió a las filas del EI a los fallecidos Mohamed
Abdeselam Mohamed, Hamza Mohamed Abdeselam, Yunes Ahmed
Mohamed y Zuhair Ahmed Ahmed.
Otro de los miembros de esta red, Yassin Ahmed Laarbi, Pistu,
tenía no solo disposición a participar en acciones de la
Yihad en Siria, sino incluso en territorio español y, según
una conversación que le fue intervenida cuando hablaba con
su esposa, que le preguntó acerca de cuándo irían a Siria a
hacer la yihad, este respondió: “Nosotros tenemos la yihad
aquí en Ceuta, entonces no hace falta que vayamos allí”.
Otros tres acusados ahora condenados -Abdesamij Laiachi
Abdeselam, Rochdi Abdeselam Abdel Lah, “Tuita”, y Nordin
Ahmed Abdel Lah, alias Veneno-, intentaron incorporarse a
las actividades terroristas de ISIL en Siria.
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