El propietario de la empresa JP, Javier Pérez, es quien
gestiona la Escuela Hípica desde hace quince años y espera
continuar con la actividad lo antes posible porque, señala,
lo ocurrido “quizás sea un malentendido que está haciendo
daño a mucha gente”. Y es que, Pérez explica que si no firmó
el convenio que le puso sobre la mesa el consejero de
Deporte es porque iba a suponer un déficit para la empresa
ya que, según expone, los costes de gestión del centro
ecuestre son superiores a los 452.000 euros. Pero, no mucho
más, apenas 16.000 euros. Y es que, la cifra estimada por
los propios técnicos de la Ciudad Autónoma en base a las
cuentas, auditadas, que ha presentado la empresa JP es de
468.000 euros, según traslada Pérez en declaraciones a EL
PUEBLO.
Ante esta situación, el propietario de la empresa JP
manifiesta que fue el propio consejero de Deporte, Fernando
Ramos, el que le aconsejó no firmar el convenio en aras de
buscar una solución. En años anteriores, cuenta Pérez, ya
habían tenido la experiencia de “un contrato deficitario” y
por ello en esta ocasión no han querido seguir adelante. No
obstante, Pérez no esperaba que la situación llegara a este
punto en el que, explica, ha tenido que cerrar la escuela
por falta de recursos para su mantenimiento. Sin embargo,
confía en que el cierre no se prolongue y que en breve se
llegue a un acuerdo. Al menos, esa es su voluntad y así lo
manifiesta.
Esta semana, Pérez se ha reunido con el presidente de la
Ciudad, Juan Vivas, al que le ha propuesto un convenio
transitorio, que se suscribiría por 400.000 euros, para
mantener la actividad hasta el 30 de junio. Hasta ese
momento, explica, se tendría margen para ver cómo reducir
gastos y sacar a concurso la gestión de la escuela. Una vía
que a Pérez le han asegurado que es posible y que Vivas
acogió receptivo, pero que los técnicos de la Ciudad
Autónoma han echado para atrás. Mientras, Pérez sigue
esperando alcanzar un acuerdo.
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Riesgo de la inactividad para los caballos
Javier Pérez, que ha gestionado la
escuela hasta ahora, advierte del riesgo que supone que los
caballos pasen de una actividad continua a la inactividad. Y
es que, ahora, la Asociación de Cazadores se encarga de la
alimentación, pero la actividad que tenían los animales se
ha parado por completo, según explica.
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El deporte más rentable para la Ciudad
Esta actividad, según apunta
Javier Pérez, es la más rentable que tiene la Ciudad
Autónoma ya que los 300 alumnos que pasan por sus
instalaciones cada año dejan en las arcas públicas en torno
a 100.000 euros. De momento, ya había unos 100 alumnos
inscritos para este curso que habían abonado sus primeras
cuotas.
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