Su paciencia ha llegado al límite. Los vecinos de la zona
del Monte Hacho, desde la barriada San Amaro hasta San
Antonio alzan la voz para mostrar su indignación por la
situación de inseguridad que llevan viviendo desde hace
tiempo. “Estamos hartos de sufrir robos”, afirman. “A mi en
concreto me ha robado más de ocho ocasiones en los dos
últimos años”, lamenta uno de los vecinos, que nos invita a
“preguntar a algunos de los vecinos de la barriada de San
Amaro o San Antonio, creo que no queda alguno al que no le
hayan robado o destrozado su propiedad”.
Lo primero que dejan claro es que su intención “no es la de
repartir culpas de forma indiscriminada, ni servir de arma
política, simplemente queremos provocar reacciones. Ya
estamos hartos y pensamos que se puede hacer y poner los
medios paliativos o preventivos, para conseguir una ciudad
mucho mejor y sentirnos igualmente cómodos y a gusto donde
nacimos”.
Ilegales
En este sentido, se preguntan “por qué nos encontramos
ilegales todos los días, subiendo por la carretera de San
Antonio o por la circunvalación del Monte Hacho, en
dirección a dios sabe dónde y con claras intenciones de no
hacer nada bueno, ¿qué hay en el Hacho que les atrae tanto?”
Los vecinos advierten que allí, en el Hacho, “no hay
comedores sociales, no hay refugios para pernoctar personas
desvalidas y pobres, no hay centros de acogidas de
inmigrantes, no hay ONGs, no hay centros de salud... Sólo
hay vecinos viviendo en medio del campo, porque nos gusta la
tranquilidad y relax fuera de la urbe, porque amamos y
disfrutamos con la naturaleza”.
También se preguntan “cómo logran personas sin
documentación, en situación ilegal, incluso menores, pasar
tan fácilmente a nuestro país, con la intención, en su
mayoría, de delinquir, robar y saquear, incluso con
violencia física”.
“Peor aún, –subrayan– cómo pueden cruzar por plena ciudad,
los 10 kilometros que separan la frontera de la zona del
Monte Hacho, sin que nadie los detenga o al menos compruebe
su identidad y les pregunten que hacen o buscan por allí”.
Para los que llevan años viviendo en la zona, el Hacho “está
pasando de ser el pulmón de la ciudad, a convertirse en el
imán que atrae a todo tipo de malhechores, ladrones y
desvalijadores, de forma que como nadie controla sus accesos
ni se da algunas vueltecitas por sus caminos y carreteras,
pues campo libre para ‘trabajar’ a los vecinos y viviendas
de la zona...”
Alguna desgracia
Lamentan que “seguramente habrá que esperar como casi
siempre, a que ocurra alguna desgracia personal, como ya se
ha dado el caso en otros lugares, pues la mayoría de las
veces van pertrechados de objetos peligrosos que no dudaran
en utilizar en caso de que alguien quiera defender su
propiedad”.
Por ello, los vecinos solo desean que “alguien con capacidad
y las propias autoridades en este caso, que son en quienes
depositamos nuestras esperanzas y necesidades, busquen
alguna solución”.
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