Humberto Trujillo Mendoza, catedrático de Psicología de
la Universidad de Granada. intelectual de gabinete y de
campo, nada enrocado en su torre de marfil y con una
dilatada experiencia sobre el terreno. Profesor de la
Escuela de Guerra, Instructor honorario de la Academia de
Infantería de Toledo e investigador de la OTAN. Las XIII
Jornadas de Geopolítica y Geostrategia continuan hoy, a las
18.00, en el Salón de Actos del Palacio de la Asamblea con
“El proceso de radicalización en Ceuta”, a cargo de Carlos
Rontomé Romero, profesor tutor en la UNED de Ceuta, para
seguir a continuación con “La radicalización en España”, de
Manuel Llamas Fernández, coronel Jefe de la Comandancia de
la Guardia Civil de Granada.
Pregunta.- Permítame pero, ¿por dónde empezamos?
Respuesta.- Hablamos efectivamente de un tema complejo,
poliédrico, difícil de abordar y me temo que con pocas
soluciones a corto plazo.
P.- La crisis económica, de hecho financiera, tampoco
ayuda mucho...
R.- ¡Si supiera usted los recortes que ha sufrido nuestro
presupuesto, de hecho ya reducido! Pero hay que seguir.
P.- Parece usted pesimista o mejor sería decir
realista...
R.- Podemos prevenir, sí, ahí está la clave y con una óptica
rigurosa, empírica, huyendo de salidas mediáticas fáciles y
llamativas. Pero mucho me temo que el fenómeno, primero de
la radicalización no violenta y luego del paso al
terrorismo, de hecho hay una línea muy tenue, irá in
crescendo. No soy en absoluto derrotista, pero es lo que
hay.
P.- Entiendo que aporta usted dos novedades importantes:
una metodología y unos datos de campo. Eso supone un gran
esfuerzo intelectual y de tiempo.
R.- Y dinero, medios que son lo que falta. Mire, a nivel
numérico y me refiero a ciudadanos musulmano-occidentales
integrados en el Estado Islámico, España está por debajo de
la media europea, en apariencia eso es positivo pero habría
que conjugar más datos.
P.- El fenómeno de radicalización primero y respuesta
violenta después, es ya viejo. ¿No hemos perdido años
cruzados de brazos?
R.- Efectivamente el fenómeno es muy anterior a los
macroatentados del 11-S, pero cómo no nos afectaba
directamente, en nuestro suelo y en nuestra carne, quizás no
hemos sabido verlo venir con la suficiente anticipación.
Debemos sin duda recuperar el tiempo perdido y eso supone
investigar seriamente sobre el terreno, prevenir en suma.
P.- Dígame, ¿hay algo peor que el yihadismo terrorista?
R.- ¡Claro! Si malo es el terrorismo peor es la insurgencia,
cuestión de cifras y daños. Me pregunto qué horizonte
tendremos de aquí a diez o quince años.
P.- ¿Tan mal estamos en Europa?
R.- No juzgo, le aporto cifras: sobre una población estimada
en 44 millones de musulmanes, 8 en los Balcanes y más de
millón y medio en España, según mis datos 7 millones de
personas, sobre un 17%, estarían radicalizados si bien no de
forma violenta, mientras que unos 705.000 estarían ya
apostando por la violencia en sus diferentes formas.
P.- Para España también tiene datos, cifras.
R.- Pues sí.
P.- ¿Qué me dice del curioso fenómeno de los conversos al
Islam?
R.- En España hay unos 50.000
P.- ¿Cuál es entonces el panorama global?
R.- Francamente feo, aunque en Europa por el momento y
tirando del título de estas Jornadas no puede hablarse de
“guerra” o “revolución”. El problema es cómo va a ir
respondiendo la masa de musulmanes más vulnerables ante las
hábiles tácticas de captación de las redes yihadistas.
P.- Europa está empezando a ensayar campañas de
desradicalización en el amplio colectivo musulmán.
R.- ¿No me diga? Sí, es estupendo pero la desradicalización
es una utopía. Cuando un árbol crece de forma torcida y toma
una dirección equivocada, es ya difícil de rectificar.
P.- Pues hacha o sierra y a talarlo
R.- No le digo nada.
P.- Ayúdeme a concluir ésta entrevista.
R.- Mucha gente habla del tema, pero hacen falta datos
empíricos, investigar. La fuerza del terrorismo está en lo
mediático. La prevención es fundamental. Pero no hay quien
frene el mar y las aguas no dejan de subir.
|