La derrota en el campo de la Peña Rociera dejó a José
Antonio Asián notable y visiblemente “enfadado”. Y no por el
hecho de encajar una derrota en un encuentro clave para sus
aspiraciones, sino por el modo en el que se encajó dicha
derrota. El técnico del Ceuta arremetió contra el árbitro
granadino Lázaro Bustos y sus asistentes, llegando a
asegurar que “el trío arbitral no nos ha dejado que ganemos
el partido”.
“Sé que lo que estoy diciendo es grave, pero es la verdad”,
reconoció el sevillano, que destacó su “indignación” por la
actuación del colegiado. “Es imposible que Garrido hiciese
penalti por el modo en el que salió rebotada la pelota tras
golpear en su puño, y así se demuestran en las imágenes”,
declaró Asián, que también arremetió contra el trío arbitral
por la expulsión de Ismael: “Lo que le hicieron a Ismael es
para sacale tres rojas al contrario, pero encima le sacan la
amarilla a él y lo expulsan”.
Por todo ello, el sevillano no tuvo ninguna duda de que
“este era de esos partidos en el que al final tienes claro
que no ibas a ganar”. “Esto ya es una persecución. No hay
otra explicación. Cuando un trío arbitral no quieres que
ganes, no ganas. Pero ni tú, ni ningún equipo del mundo”,
lamentó.
Tras muchos años dedicados al fútbol “en los que he
defendido al colectivo arbitral como el que más”, Asián
admitió sentir en este momento “indignación por lo que es
este deporte y el colectivo que tanto se ha deteriorado. Un
colectivo que tiene que ser imparcial, porque hay un árbitro
que es un juez en el campo y que tiene que impartir
justicia”.
Por ello, Asián lamentó que lo sucedido en el Miguel Román
“no fue una equivocación, sino un acoso y derribo con
premeditación”. “Pero que nadie se confunda. Lo que nos
están haciendo también perjudica a terceros equipos, porque
el resultado también les puede afectar de manera grave para
sus aspiraciones”, sentenció.
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