La Dirección Provincial del Servicio Público de Empleo
Estatal (SEPE) en Ceuta reunió ayer a los agentes económicos
y sociales para abordar la estrategia de formación de
desempleados en 2015 y plantear los cursos que subvencionará
el organismo este año. Una tarea en la que el director
provincial del SEPE, Manuel Sánchez Gallego, ha querido
implicar a sindicatos, empresarios, Ciudad Autónoma y
Procesa para elaborar una oferta de cursos que se adapte a
las ofertas del mercado laboral, pero también a las
necesidades de los demandantes de trabajo. La más
prioritaria es la de formar a aquellos con escasa o ninguna
formación académica, ya que estas personas suponen un 75,49%
del total de parados en la ciudad. Esto se traduce en que
más de 8.900 personas no tienen el título de ESO porque o no
han cursado ninguna enseñanza o sólo tienen la titulación de
Primaria.
Ante esto, Sánchez Gallego advirtió de que el parado de
Ceuta “necesita formación” y se comprometió a priorizar al
sector de desempleados sin estudios para darle capacitación
que le ayude a incorporarse al mercado laboral. En esta
línea, el director provincial del SEPE informó de que
durante el pasado año se potenció las acciones formativas
vinculadas al certificado de profesionalidad de nivel 1, el
más básico, de manera que de los 33 cursos, 31 eran para
obtener este tipo de titulación. El certificado de
profesionalidad es una titulación homologada a nivel europeo
que acredita el conjunto de competencias profesionales que
capacitan para el desarrollo de una actividad laboral
identificable en el sistema productivo.
Impulsar nuevos sectores
Sin embargo, desde la Confederación de Empresarios de Ceuta
(CECE) apuntaron que la formación es muy difícil que acabe
con ciertas bolsas de paro muy arraigadas en la ciudad, como
los parados de larga duración, ya que las personas que las
componen encuentran muchos problemas para incorporarse al
mercado laboral. Por eso, el presidente de la patronal,
Rafael Montero Ávalos, apuntó a la necesidad de que la
administración ayude a generar actividad económica. Y es
que, todos coincidieron en que el esfuerzo para formar a un
parado tiene que tener su recompensa en encontrar de un
empleo.
Tanto desde las organizaciones empresariales como desde los
sindicatos aprovecharon para pedir a la Ciudad Autónoma,
representada por la viceconsejera de Empleo, Adelaida
Alvárez, medidas para fomentar nuevos nichos de negocio en
áreas como las nuevas tecnologías o los servicios. El
secretario general de la CECE, Alejandro Ramírez, instó
también a focalizar la formación específica en un yacimiento
de empleo si se prevé la implantación de una gran empresa en
la ciudad. Una acción que debe acompañarse, como así matizó,
con el trabajo del Gobierno para atraer a empresas que
generen actividad.
Campaña publicitaria
Desde la CECE también pusieron sobre la mesa la necesidad de
realizar un seguimiento o control de los alumnos para saber
si la formación recibida les ha servido para acceder al
mercado laboral o, al menos, para ser candidatos en ofertas
de empleo a las que no hubieran aspirado antes de realizar
el curso. Por último, los representantes de la patronal
alertaron de la falta de información que existe sobre qué es
y para qué sirve un certificado profesional. Un
desconocimiento que, señalaron, existe entre los parados,
pero también entre los empresarios, que no saben valorar
esta titulación a la hora de contratar a un empleados. Algo
en lo que coincidió Juan José Díaz, representante de la
Cámara de Comercio, para pedir que el SEPE impulse una
campaña de información en la que se expliqué que son los
certificados, al igual que ocurrió con la Formación
Profesional. Y es que, ambas titulaciones son equivalentes,
aunque no se puedan convalidar, como así lamentaron tanto
desde la Cámara como desde la CECE.
Díaz también habló de la posibilidad de ofrecer, desde el
ámbito privado, cursos para obtener el certificado de
profesionalidad de distintos oficios y completar la oferta
del SEPE. Una alternativa que ya está sobre la mesa, según
comentó el director provincial, y a la espera de que Madrid
dé el visto bueno. Además, el portavoz de la Cámara de
Comercio destacó que para ellos es clave “promover la
cultura emprendedora y premiar al emprendedor”.
“Desde la Cámara entendemos que hay que crear riqueza y no
distribuir la pobreza, y echamos de menos apoyo a los
emprendedores por parte de las administraciones”, manifestó
Díaz quien también puso sobre la mesa “la realidad” de las
personas que trabajan sin contrato en la ciudad. “Es una
realidad que de las murallas para arriba no se hace
contrato, y ahí la Inspección de Trabajo debe actuar de
oficio”, advirtió para lamentar que en este problema hace
que la formación no sea de utilidad.
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La Escuela de la Construcción, un puente hacia los
certificados de profesionalidad
Cada año pasan por la Escuela de
la Construcción 120 alumnos que, además de un oficio,
aprenden habilidades sociales de las que carecen. Una doble
vertiente que ayer resaltó el director del centro, Aquiles
Ruiz, quien aportó al encuentro del SEPE la experiencia de
estos cursos financiados en un 80% con el Fondo Social
Europeo. La estrategia de formación en la Escuela,
dependiente de Procesa, empieza de cero y así lo especificó
Ruiz, que contó como hasta ellos llegan alumnos que
necesitan de formación básica con perfiles muy complicados.
Ante esto, el director del centro señaló que la estrategia
tiene que mantenerse para atender a estas personas que
apenas tienen formación, pero sí señaló que los cursos son
flexibles y que están abiertos a nuevas propuestas. Además,
con el SEPE barajaron la posibilidad de convertirse en
centro homologado y que los títulos que ofrecen sean
certificados profesionales o ser un escalón para que los
alumnos accedan a estas titulaciones.
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