Las propiedades privadas que se encuentran entre el polígono
del Tarajal y la carretera de la frontera se han convertido
en zona sensible. Los vecinos han denunciado que los
porteadores acceden a la zona y desde la parte trasera
saltan un muro para entrar al polígono, en la zona del paso
del Tarajal II. Una táctica que también siguen cuando hay
demasiada gente en el interior del polígono y cierran la
puerta norte, para no esperar, los porteadores atraviesan la
barriada, algo que también hacen de noche para dormir en las
inmediaciones del polígono y poder salir temprano con el
bulto y volver a hacer un segundo viaje.
Los porteadores están durmiendo en la ciudad sin poder
hacerlo, ya que se trata de transfronterizos que deben salir
de noche y entrar de día. Pero eso, para ellos, supone una
pérdida de tiempo y, por ende, de dinero. No obstante, esta
situación, está perjudicando a los vecinos de la zona, así
como a los empresarios. Los alrededores del polígono se
están convirtiendo en una zona sin higiene, llena de
cartones, en la que centenares de personas conviven sin
control de lunes a jueves. Se calcula que unas 1.200
personas podrían estar en esta situación. Mientras, los
vecinos han denunciado robos y roturas en los vehículos que
se encuentran aparcados en la zona.
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