La memoria de los 78 tripulantes que iban a bordo del
dragaminas Guadalete cuando este se hundió tras salir de
Ceuta hace ya más de sesenta años, fue honrada ayer por la
tripulación del Juan Sebastián de Elcano, que no quiso irse
de la ciudad sin rendir tributo a los fallecidos. Frente al
monolito que fue inaugurado el pasado 25 de marzo, el
capitán de navío Enrique Torres Piñeyro y el presidente de
la Autoridad Portuaria de Ceuta, depositaron una corona de
laurel mientras el capellán del buque escuela decía unas
palabras por los 34 marinos que dejaron su vida en el mar en
este trágico accidente ligado a la historia de la ciudad.
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