La llegada del buque escuela ‘Juan Sebastián de Elcano’ al
puerto ceutí es un acontecimiento que desde el Gobierno de
la Ciudad Autónoma no han querido que pase desapercibido.
Tras más de 60 años sin atracar en la ciudad, el presidente
autonómico, Juan VIvas, ha querido que esta visita fuera
especial y ayer invitó a toda la tripulación, encabezada por
su comandante, Enrique Torres Piñeyro, a una recepción que
tuvo lugar por la mañana en el Salón del Trono del Palacio
Autonómico.
Tras recibir a los tripulantes de Elcano en la Puerta Noble
del Palacio de la Asamblea, Vivas invitó a su comandante a
firmar en el Libro de Honor de la Ciudad. El capitán de
navío Torres Piñeyro dejó en él su impronta, pero también
destacó en su dedicatoria el carácter marinero que comparten
la ciudad y el buque, así como la lealtad de ambos a España,
como trasladó después durante una breve intervención en el
Salón del Trono. El comandante de Elcano quiso estrechar
lazos con Ceuta en esta visita y así lo señaló. “De este
trozo de España que es Juan Sebastián de Elcano, agradecer a
este otro trozo de España, con el que nos une ser muy
marineros y muy leales, esta acogida”, manifestó Torres
Piñeyro.
Una travesía única
El comandante se confesó un privilegiado por estar al mando
de este buque que hace unos días comenzó su 86º crucero de
instrucción y que recalará en distintos puertos de
Sudámerica, así como de Estados Unidos, durante su travesía,
que finalizará el próximo 13 de julio en Marín. “A veces
navegaremos con vientos largos y a favor, pero también
sabemos que habrá circunstancias más desapacibles y que
habrá temporales pero, como en todas las facetas de la vida,
hay que capearlos y saber que después de la tormenta siempre
viene la calma”, recordó Torres Piñeyro, para resaltar que
los estudiantes, lo fundamental que se llevarán de la
estancia en Elcano, será aprender a conocer y entender la
mar.
Por su parte, Vivas destacó que esta es la tercera vez que
Ceuta “se honra de tener en su puerto al buque más
emblemático” de la Armada Española. Por eso, el presidente
aseguró que el de ayer era un día “especial”, ya que para
él, si el buque escuela Juan Sebastián de Elcano no
existiera “habría que inventarlo”.
Hoy este buque partirá y lo hará para continuar una travesía
que han comenzado con “ilusión, esperanza y alegría”, como
trasladaba ayer Alberto Gatón Lasheras, el capellán del
buque. En el barco, Gatón desempeña dos funciones, una como
sacerdote, celebrando misa y atendiendo a los que son
creyentes, y otra como un compañero más, en consideración de
comandante.
A pie de barco, el capellán de Elcano comentaba con los
medios de comunicación cómo para la tripulación ha sido una
alegría visitar el puerto de Ceuta, con el que el buque se
ha reencontrado después de más de sesenta años. Asimismo,
Gatón destacaba que el papel del buque es representar a
España en el extranjero, además de ser un barco de formación
de los futuros líderes que el día de mañana tomarán el
relevo de los actuales en puestos de mando en la defensa de
la patria.
Formar a los líderes
Sobre el día a día en el barco, el capellán reconocía que es
muy distinto en función de la responsabilidad de cada
miembro de la tripulación. “Se hacen turnos que van desde
las labores de intendencia, de cocina, de vestuario, hasta
las labores de vigilancia o la propia guía del barco”,
explicaba. Mientras, los alumnos, “lo más importante del
barco”, según destacó Gatón, tienen clase de 7.30 a 8.30
horas, además de actividades complementarias para
perfeccionar otros idiomas, adquirir conocimientos
jurídicos, de mecánica u otras que les ayuden a ser “los
mejores profesionales posibles de las Fuerzas Armadas”.
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