Refiriéndose a la relación que une al consejero con el
propietario de otra empresa de reciclaje, García Castañeda
dijo que existen dos soluciones fáciles: “O cierra la
empresa o cambia los apellidos”, en clara alusión a los
motivos que se alude a la empresa de un familiar directo.
“Es un poco lamentable, porque es muy fácil perjudicar la
imagen de una persona”, para a continuación espetar que
lleva mucho tiempo en la ciudad y que “jamás nadie me podrá
acusar de nada que sea ilegal... y todo esto es una cuestión
política porque estamos a las puertas de unas elecciones, si
no que sentido tiene el repartir esto. No hay ningún tipo de
problemas”.
García Castañeda negó “que haya favoritismo; enchufismo
tampoco hay; si se trata de otras cuestiones económicas,
tampoco hay”.
Si es por el asunto de amenazas por parte de trabajadores de
la empresa muncipal Obimace, “tampoco hay”, insistiendo que
todo “lo que tiene es recorrido político”.
Por otro lado, el consejero precisó que Obimace tiene una
encomienda de gestión para la recogida del cartón desde el
año 2007 y “por eso se aumentó la plantilla en cerca de
cincuenta operarios”, insistiendo en que existen tres
empresas que ofrecen los servicios a coste cero.
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