Antonio Lobo, catedrático y jefe del Servicio de Psiquiatría
de la Facultad de Medicina y Hospital Clínico Universitario
de Zaragoza, fue uno de los ponentes de la jornada de ayer.
Participó en un taller sobre la nueva escala europea ‘Edcon’
con la que se trabaja para documentar el grado de asistencia
necesaria para pacientes con demencia. Antes del taller,
Lobo atendió a los medios para explicar en qué consiste esta
herramienta que ha sido desarrollada a nivel europeo por un
grupo internacional, del que es miembro.
Con esta escala se puede ver el estadio de gravedad de la
demencia, sobre todo de la enfermedad de Alzheimer, en la
que hay distintos grados. Hasta su puesta en marcha, Lobo
señaló que no había un buen instrumento que fuera sencillo,
para que lo utilicen distintos profesionales (médicos,
enfermeras, trabajadores sociales...) y con el que ver y
documentar de modo convincente el grado de deterioro a nivel
cognitivo, pero también la capacidad de valerse por si mismo
o de dependencia del paciente, así como si presenta las
dificultades de conducta que a veces tienen las personas con
demencia y las necesidades de atención social, incluyendo el
malestar del cuidador. “Hay cuidadores que están muy bien
apoyados socialmente, pero algunos que tienen un importante
estrés que se trata de documentar para ver cuál es el nivel
de gravedad y consiguientemente el nivel de atención que
requiere”, apuntó Lobo.
El jefe de Psiquiatría del Hospital Clínico de Zaragoza
destacó que elaborar un instrumento sencillo que pueda tener
una dimensión internacional, que pueda comparar datos en
distintos países, es un tema de gran interés actual. “No
existía ningún instrumento similar, y ahora se trata de que
tengan acceso los psiquiatras españoles a este sistema y que
comiencen el entrenamiento para que lo puedan aplicar
rápidamente”, advirtió. Y es que, su utilización mejorará
tanto la atención a los pacientes como a los cuidadores.
Lobo trasladó como a veces están muy afectados los
cuidadores. “Hay una enorme inquietud internacional por
poder atender a estos pacientes, y los cuidadores son
fundamentales”, destacó para señalar que por eso es
relevante poder documentar “su grado de malestar” y ver si
se le puede ayudar.
Sobre si algún día el Alzheimer tendrá cura, Lobo no dudó en
afirmar que sí. “Hay una enorme determinación internacional
por curar la enfermedad”, aseguró, aunque reconoció que no
se vislumbra a muy corto plazo un posible remedio. Eso sí,
recordó que, gracias al trabajo de investigación, se van
conociendo factores de riesgo. Por eso, apuntó, “hay que ser
relativamente optimista”. En España, se está trabajando
intensamente en el campo del Alzheimer, y así lo recordó
Lobo para alabar el trabajo de profesionales como Manuel
Sarasa.
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