El Ministerio del Interior aguarda órdenes del Ministerio de
Sanidad para aumentar la protección de los agentes
encargados de garantizar la seguridad del dispositivo médico
que está gestionando la crisis del ébola y elevar también en
el caso de que sea necesario el nivel de vigilancia de las
zonas o puntos de alto riesgo de contagio, según han
confirmado fuentes de Interior consultadas por este diario.
Lo cierto es que hasta el momento toda la atención de
Interior se había concentrado en los efectivos de las
Fuerzas de Seguridad encargados de proteger las fronteras,
al identificarlas como el principal foco de riesgo de
penetración del virus en territorio nacional. Se repartieron
guantes de látex y mascarillas entre los funcionarios que
trabajan en las vallas de Ceuta y Melilla, puertos y
aeropuertos y también entre los agentes del Servicio
Marítimo de la Guardia Civil. Según fuentes del Instituto
Armado, desde hace unas semanas también se está ofreciendo
formación a funcionarios de la Guardia Civil destacados en
algunas provincias costeras.
Pero, finalmente, el primer caso de ébola se ha producido
dentro de las fronteras, y los agentes demandan protocolos y
medios para afrontar la nueva situación. “Tiene que haber un
dispositivo capaz de afrontar la crisis. Los puntos
conflictivos ya no son la entrada a España por Canarias,
Ceuta y Melilla, como se pensaba hasta ahora”, denuncia
Javier Estévez, portavoz del Sindicato Unificado de la
Policía (SUP). “Para empezar, el primer caso se ha producido
en Madrid, con lo que todos los agentes destinados en esta
comunidad ya deberían tener medios y formación suficiente
para gestionar estos casos”, señala Estévez. “Sabemos
quitarnos los guantes de látex y tirarlos a la basura, pero
este virus exige otras medidas de protección, como ya se ha
visto. Ni estamos informados ni sabemos hacerlo, y es
necesario ahora más que nunca. Para acompañar un traslado,
para acordonar una zona o para hacer un círculo de seguridad
en torno a un punto…”.
Para la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), la
mayoritaria del Instituto Armado, también es urgente que se
tomen ya medidas de protección. “Estamos en primera línea de
control del virus, no sólo en las fronteras, y ni pueden
infectarse los agentes ni podemos propiciar que nos
convirtamos nosotros mismos en un foco de contagio”, afirma
Juan Antonio Delgado, portavoz de la AUGC. “Yo estoy en
Conil de la Frontera y no sé aún cómo se pone y se quita un
traje. Y no es por alarmar pero en este virus sólo vale la
prevención. Es la única forma de evitar que se contagie”,
advierte. Delgado asegura que los agentes que han
participado en los traslados ya han expresado su malestar
por falta de preparación y también su inquietud por las
consecuencias que esas operaciones puedan tener en su salud.
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