La Unión Europea se mostró ayer a favor de reforzar los
controles en sus fronteras exteriores para combatir el
yihadismo, pero sin modificar de momento las reglas de
Schengen, que prohíben el cotejo sistemático de documentos
con las bases de datos nacionales, europeas o de Interpol.
“El punto clave es el refuerzo de las fronteras exteriores.
El Consejo ha invitado a la Comisión Europea a realizar una
interpretación uniforme del código Schengen y establecer
indicadores comunes de riesgo”, señaló el ministro italiano
de Interior, Angelino Alfano, cuyo país preside la UE este
semestre, al término de la reunión de hoy con sus homólogos
europeos. Los ministros quieren hacer el manual de
aplicación del código de fronteras Schengen “más flexible y
poder ajustar mejor los controles a la situación”, indicaron
fuentes comunitarias.
En una segunda fase, la UE analizará la posibilidad de
modificar ese protocolo para permitir una comparación más
frecuente de los documentos identificativos de los viajeros
con las bases de datos como la de documentos perdidos y
robados de Interpol, algo que ahora está permitido solo de
manera “no sistemática”, es decir, en determinadas
ocasiones.
El secretario de Estado español de Seguridad, Francisco
Martínez, destacó la importancia de avanzar hacia el
refuerzo de fronteras para prevenir el retorno de
combatientes extranjeros y aseguró: “España tiene un
especial empeño en securizar nuestras fronteras y en
particular esas únicas fronteras exteriores que tiene la UE
en el continente africano que son las fronteras terrestres
en Ceuta y Melilla”.
En la actualidad, los europeos que cruzan la frontera
exterior del área Schengen en cualquier sentido, entrada o
salida, siempre se someten a un control identificativo.
“Lo que no se produce siempre es el cotejo con las bases de
datos de Interpol”, añadieron las fuentes.
Los ministros reconocen que activar alertas del sistema de
intercambio de información entre fronteras del área Schengen
(SIS II) podría resultar “particularmente útil”.
El coordinador antiterrorista de la UE, Gilles De Kerchove,
por su parte, destacó el “amplio consenso” manifestado por
los ministros acerca de la necesidad de “actuar ahora para
ser más efectivos a la hora de detectar desplazamientos
sospechosos”.
“Hay mucho que podemos hacer para mejorar los mecanismos
existentes, como el cotejo sistemático de la validez de los
documentos de viaje y una manera más coordinada de comprobar
si un ciudadano europeo está en una base de datos de la
policía o en el SIS”, añadió.
Para evitar que los yihadistas con pasaporte europeo puedan
llegar a cometer atentados como el ocurrido el pasado 24 de
mayo contra el Museo Judío de Bruselas, en el que cuatro
personas murieron, los Veintiocho son también favorables a
crear un registro europeo de datos de pasajeros aéreos,
aunque algunos países recalcaron la necesidad de que se
respeten los derechos humanos y la protección de datos.
El responsable de ese atentado, detenido en Francia y
encarcelado en Bélgica, Mehdi Nemmouche, encajaba con el
perfil de “combatiente extranjero”, pero no fue detectado a
tiempo.
“Lo que hay que hacer es ser suficientemente persuasivos y
pedagógicos para que se pueda entender que es perfectamente
compatible la garantía de la seguridad con la protección de
la intimidad y de los datos, que era justamente lo que le
preocupaba a a la comisión del Parlamento Europeo”,
consideró Martínez.
El ministro alemán de Interior, Thomas De Maziere, dijo al
abandonar el Consejo de ministros que “no puede ser que la
UE exporte terroristas y menos que luego vuelva a
reimportarlos”.
El Consejo Europeo reconoció en agosto que el fenómeno de
los “combatientes extranjeros” europeos que se suman a la
yihad en áreas en conflicto como Siria o Irak y luego
regresan a la UE representa una “amenaza mayor” para la
seguridad europea, por lo que se precisa tomar medidas
determinadas para atajarlo
Los líderes europeos pidieron entonces acelerar la puesta en
marcha de medidas de prevención de la radicalización y de
detección de desplazamientos sospechosos, así como de
investigación y cooperación con países terceros, y se
comprometió a revisar esta cuestión antes de finales de año.
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Tres mil europeos han abandonado la UE para combatir en
Siria
El coordinador antiterrorista del
club comunitario asegura que el número de europeos que han
abandonado la UE para combatir en Siria alcanza ya los
3.000, mil más que hace unos meses. Bélgica es el país más
afectado por este fenómeno si se tiene en cuenta su
población (más de 300 combatientes extranjeros), aunque es
Francia la que acumula un mayor número de casos (700),
mientras que España tiene 51, según estimaciones oficiales
facilitadas por los Estados miembros.
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