Los cuerpos de seguridad españoles han multiplicado por
cinco el número de agentes especializados en terrorismo
islamista. En la actualidad hay 370 investigaciones
policiales abiertas contra el terrorismo yihadista, sobre
todo en Cataluña, Madrid, Andalucía, Ceuta y Melilla, todo
un récord que demuestra que el riesgo es real. Nunca ha
habido tantas operaciones antiterroristas en marcha en
nuestro país. Suponen medio centenar más de la que había
abiertas en 2013. No obstante, las detenciones han
disminuido desde el 11-M. En el año 2004 fueron detenidas
138 personas, 131 en el año 2005, 56 en el 2006, 52 en el
2007, 61 en el 2008, 26 en el 2009, 11 en el 2010, 20 en el
2011, 9 en el 2012 y 19 en 2013. En lo que llevamos de 2014
ha habido un pequeño repunte, con 25 arrestos en nuestro
países.
La mayoría de los arrestos corresponden a activistas
dedicados a reclutar terroristas que son enviados a las
zonas de conflicto, o a recabar fondos para financiar estas
redes. Aunque no siempre. En junio de este año, la Policía
español en colaboración con la DEA de EEUU detuvo en
Barcelona a cuatro islamistas, dos pakistaníes y dos indios,
que pretendían comprar misiles capaces de derribar aviones.
Sin olvidar que España sigue con preocupación la alerta
internacional lanzada por EEUU a finales de agosto cuando el
grupo Amanecer Libio hizo público que se había hecho con una
decena de aviones comerciales en el aeropuerto de Trípoli,
en Libia.
Todo ello ha hecho incrementar el grado de alerta
antiterrorista en España. “Estamos tan amenazados como otros
países de la UE. El problema radica ahora en los movimientos
más fluidos que se están produciendo entre individuos que
han estado en España y han viajado a zonas de conflicto como
Irak y Siria. En este sentido, Francia y Marruecos tienen
mejor interiorizado el problema de estos combatientes”,
afirma Carlos Echeverría. El Centro Internacional para el
Estudio de la Radicalización, con sede en Londres,
cuantifica en un centenar los españoles o residentes en
España que han viajado a Siria e Irak. De Francia han
partido 700 combatientes, 500 de Gran Bretaña, 400 de
Alemania, 300 de Bélgica y 150 de Holanda.
El papel que desempeñen estos combatientes si retornan a
España es otra de las amenazas latentes. Los llamados ‘lobos
solitarios’ ya han actuado en Francia, Reino Unido y
Bélgica. En nuestro país se han detectado 18 grupos pequeños
o individuos aislados no vinculados a una organización
superior, aunque solo tres casos eran ‘lobos solitarios’ con
planes de atentar en España. Los tres eran marroquíes.
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