Fernández Díaz, de visita oficial en Washington, señaló que
la operación en las fronteras de Ceuta y Melilla con
Marruecos, donde hay dos vallas y una sirga tridimensional,
que se utilizán desde 2005, es “un todo”. “Se establece así
como media operativa para poder hacer frente a los intentos
de intrusión ilegal, masiva y violenta, como todo el mundo
sabe, en esas zonas”, dijo el ministro tras reunirse en el
Departamento de Justicia con el fiscal general, Eric Holder.
“El concepto operativo de esos perímetros fronterizos se
aplica desde la ley, interpretando y aplicando la ley
también desde el sentido común, que es el más elemental de
los sentidos que hay que tener”, agrega. Fernández Díaz
enfatizó que “operativamente no se defiende igual la
frontera entre Ceuta y Melilla que el paso fronterizo del
aeropuerto del Prat o del aeropuerto Adolfo Suárez de
Madrid”. Por ese motivo, explicó, “tienes que adaptar la
defensa de las fronteras a la realidad del lugar donde la
efectúas”. Ese sentido, “no tengo ninguna duda de que en
todo momento tanto la Policía como la Guardia Civil están
cumpliendo la ley”, agregó.
El juez Emilio Lamo de Espinosa defiende, en una primera
conclusión “provisional”, que el terreno comprendido entre
la primera y la segunda valla “es suelo español” y, por
tanto, está sujeto a su soberanía y a la aplicación de la
ley. El ministro, que no ha aludido directamente a la
interpretación del juez, plantea que si atravesada la
primera valla ya se estuviera en territorio nacional a todos
los efectos y se tuviera que aplicar “a todos los efectos”
la Ley de Extranjería, “¿entonces para qué se instaló la
sirga tridimensional y la valla siguiente?” “Hay cosas que
se responden desde el sentido común”, agregó.
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