El debate está abierto y fue esta semana que hoy termina
cuando el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, habló
por primera vez sobre la posibilidad de regular la
prohibición del uso del burka en espacios públicos
aprovechando la tramitación de la Ley de Seguridad Ciudadana
en el Congreso de los Diputados.
Para el ministro, esta puede ser “una oportunidad” y “un
buen momento” al tiempo que ha recordado que el proyecto de
esa Ley aprobado por Ejecutivo ya contempla sanciones a
quienes acuden a manifestaciones con la cara tapada.
Esta decisión puede tener una especial incidencia en Ceuta,
ciudad en la que la población musulmana, al igual que
Melilla, es muy importante a cuanto número de personas se
refiere.
“Tenemos en el Congreso el proyecto de Ley de Seguridad
Ciudadana. Quizá sea un buen momento durante la tramitación
de ese proyecto de Ley para que esta cuestión pueda tener un
nivel de consenso”, dijo el ministro en rueda de prensa tras
ser preguntado por algunas iniciativas a nivel municipal
enfocadas a prohibir esa prenda en espacios públicos.
Para Fernández Díaz, este asunto tiene dos dimensiones: “una
es la de la seguridad y otra la de la dignidad de las
mujeres”. “Como opinión personal creo que es una prenda que
atenta contra la dignidad de las mujeres, pero eso no sería
competencia de Interior”, matizó
Pese a ello, añadió que este debate sí afecta al Ministerio
del Interior desde el punto de vista de la seguridad “en la
medida que (el burka) dificulta la identificación de una
persona que pudiera cometer un acto ilícito”. Recordó que ya
en la Ley de Seguridad Ciudadana se contempla el hecho de
que las personas que van embozadas a las manifestaciones
sean sancionados administrativamente “en la medida que ese
embozamiento impide su identificación”. Ello “no quiere
decir que sea necesario” esta regulación para prohibir el
burka, pero ha insistido en que “puede ser una oportunidad”.
El ministro recordó que ya en Lleida hubo una iniciativa en
este sentido, pero también ha añadido que en diversas
ocasiones las autoridades judiciales las han cuestionado.
Dejando de un lado las palabras del responsable de Interior,
lo realmente importante es conocer de qué manera puede
afectar, en el caso de su aprobación, esta prohibición en
Ceuta.
Para ello, este periódico contactó con el líder de la Unión
de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE), Laarbi Maateis,
que explicó el burka es muy poco usado, aclarando que desde
Interior se refiere también al niqab, algo diferente a la
primera prenda mencionada.
Para distinguirla una de la otra, la diferencia más
importante estriba que el nikab, aunque mantiene el rostro
de la mujer tapado, no lo hace íntegramente, ya que los ojos
quedan a la vista por la abertura que tiene, mientras que el
burka tapa todo, incluso los ojos, teniendo solo como una
especie de malla por delante.
A juicio Maateis, el burka es algo que entiende que tapa
demasiado a la mujer “y lo que está contemplado en el Islam
es el hiyab”. El término hiyab (procede de la raíz de una
palabra, que significa “esconder, “ocultar a la vista” o
incluso “separar”: da lugar también a palabras como
“cortina” o “pantalla”, y por tanto su campo semántico es
más amplio que el del español “velo”, según la definición
establecida en wikipedia.
“Ni el burka ni el nikab, el hiyad es por obligación de la
religión musulmana, aunque si ella quiere, por supuesto,
puesto que nadie la obliga”, explicó Laarbi Maateis.
“Sus padres la tienen que educar así y una vez de mayor es
ella, refiriéndose a la mujer musulmana, será la que eliga
como tiene que ir”, agregó.
La mujer tiene que vestir con su pañuelo que es el hyad,
“dejando toda la cara descubierta” que es como normalmente
viste la mujer musulmana en Ceuta
Con las palabras y afirmaciones de Maateis es evidente que
en Ceuta el debate no va a tener especial incidencia en la
ciudad
Precisó que las mujeres que quieren portar el niqab son
libres de hacerlo, aunque deben saber que tanto fuera como
dentro de España, cuando llegue a una oficina de una
administración, “lo lógico es que antes de entrar esa mujer
debe se inteligente, quitarse el niqab, quedarse con su
pañuelo (hiyad) y cuando regrese a la calle se lo vuelva a
poner”, esa es la opinión de UCIDCE.
En Ceuta, según las manifestaciones de Laarbi Maateis, “no
tenemos más de diez personas que utilizan el nikab”, dijo.
Maateis alegó que sobr el asunto se ha establecido algún
debate con sus maridos “y lo que he aconsejado es que si
vamos de viaje, antes de llegar a la frontera, la mujer debe
de ir destapada para poder ser identificada sin generar el
más mínimo indicio de generar ninguna alarma social. Qué va
a tomar el barco, pues lo mismo.
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