‘In fraganti’. Así pilló ayer la Policía Nacional al hombre
que se ofreció a ‘colar’ a un inmigrante en la atracción en
la que estaba trabajando a cambio de dinero. El ciudadano,
de origen rumano, estaba desmontando uno de los cacharritos
cuando habló con uno de los inmigrantes que se encontraban
merodeando por el recinto ferial. Uno de los agentes de
paisano que estaban por la zona escuchó la conversación e
inmediatamente arrestó al que propuso el trato, que ahora
está acusado de un delito de tráfico ilegal de personas.
Mientras, el magrebí que se interesó por pagar a cambio de
esconderse entre las piezas de una atracción, fue
interceptado y se devolverá a Marruecos.
Esta detención ha sido la nota predominante dentro de una
Operación Fin de Feria cuya primera jornada ha estado
marcada por la tranquilidad y el descenso del número de
personas que han intentado colarse en los camiones de los
feriantes. La labor de prevención ha sido clave hasta el
punto de que de lo camiones sólo bajaron a cuatro personas
en el puerto, ya que en la zona del recinto ferial se
abortaron todos los intentos de los inmigrantes de subir a
los vehículos y se les interceptó antes de que se
escondieran entre los cacharritos.
El suceso ocurrió a primera hora en la que se aprovecha el
caos del fin de la feria, la nocturnidad y el cobijo de las
atracciones que todavía no han comenzado a desmontarse. Como
otros años, las escolleras también sirvieron de escondrijo,
aunque en esta ocasión no lograron burlar a los agentes.
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