La primera jornada de la Operación Fin de Feria se ha
saldado con 22 inmigrantes interceptados, 16 de ellos en la
zona del recinto ferial y cuatro en el puerto. Pasadas las
seis de la mañana, la Policía Nacional colocaba el primer
filtro para detectar inmigrantes irregulares en la salida
del recinto ferial con un control en el que se revisaba uno
a uno todos los vehículos tanto con un perro adiestrado para
detectar a personas como con agentes que estudiaban cada
rincón de los vehículos. Mientras, varios policías de
paisano peinaban la zona donde se recogían las atracciones
para localizar a aquellos que intentaban esconderse en los
camiones. Un trabajo tras el que se interceptaron a 18
hombres, todos de origen marroquí, según informó la
Delegación del Gobierno a última hora de la tarde.
Los feriantes, como cada año, ni siquiera esperaron a las
primeras luces del alba para empezar a desmontar atracciones
y puestos de comida. La rapidez en este caso les supone
poder salir en los primeros barcos hacia la península y
esperar menos colas de control. Felipe García, propietario
de una atracción, contaba como ni siquiera había dormido
para vigilar el camión durante el desmontaje y evitar que se
colara un inmigrante. Este hombre lleva dos años
participando en la feria de Ceuta con una montaña rusa de
dragones y reconoce que tenía miedo de venir a la ciudad por
que se le colara algún extranjero irregular en sus
vehículos, por ello cuenta que en esta feria toman
precauciones extraordinarias.
A Juan, propietario de ‘La jungla’, se le intentaron colar
hace dos años pero gracias a una vecina, que dio la voz de
alarma, consiguieron evitar que se escondiera entre las
piezas de su atracción. Este hombre cuenta que ya están
habituados. Y es que, los feriantes se toman su salida de
Ceuta con resignación y paciencia, ya que esperan durante
varias horas hasta poder embarcar debido a los controles.
Mientras, en el puerto la Guardia Civil pasaba desde primer
hora el segundo filtro al que se añadían detectores de
movimiento. En el control instalado en el Muelle de la
Puntilla, los agentes utilizaban a dos miembros de la unidad
canina para detectar si había personas ocultas en los
camiones, pero además a los vehículos se les conectaban unos
sensores que captan las vibraciones por el movimiento. Un
sistema cuya fiabilidad supera el 90%, según explicaba uno
de los miembros de la Guardia Civil para aclarar que su
eficacia también se ve determinada por las condiciones
metereológicas. El viento o incluso el oleaje puede inducir
a error, aunque ayer el tiempo dio una tregua.
En este puesto de vigilancia se detectaron a cuatro
personas, dos menores de origen magrebí y dos subsaharianos
residentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes.
Estas personas se introdujeron en los camiones en la misma
avenida Juan de Borbón, donde ayer decenas de personas
deambulaban en busca de una oportunidad para colarse en los
vehículos de los feriantes y pasar hasta la península.
Aunque no era tarea fácil ya que la Policía Local se encargó
de custodiar los convoys de camiones desde el recinto ferial
hasta el puerto.
Descenso paulatino
A las 13.00 horas, el delegado del Gobierno, Francisco
Antonio González, compareció desde el puesto de control del
puerto, y los primeros datos hablaban de 16 inmigrantes,
detectados en la zona de la Marina y cuatro en el puerto.
Cifras que apenas variaron, ya que la última información
añadía sólo dos inmigrantes, detectados en el recinto
ferial. En relación al año anterior, los datos reflejan un
“descenso notable” y así lo adelantaba ayer el delegado. “La
bajada se la atribuyo al mayor control por parte de la
Policía Nacional y de la Guardia Civil en la zona
fronteriza, que influye en que haya menor entrada de
inmigrantes en la ciudad y también la vigilancia que se ha
hecho en el recinto feria”, señalaba para recordar que en
los últimos años se ha conseguido un “descenso paulitano”
del número de inmigrantes que intentan ‘colarse’ en busca de
un horizonte mejor.
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