Con los primeros rayos del sol, los fieles musulmanes
comenzaron a llegar ayer a la explanada de Loma Margarita,
donde la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE)
celebraba un rezo colectivo, pero también a otras mezquitas
como Sidi-Embarek, donde todo estaba listo, en la entrada,
para celebrar el fin del Ramadán. La leche y los dátiles
recibieron a los que llegaban a Loma Margarita para tener un
buen sitio desde el que escuchar al imam Otman Ben Khlou.
Muchos llevaban bajo su brazo su propia alfombra y las
curiosas miradas de los más pequeños, que vivían su primer
rezo colectivo, lo examinaban todo.
Al filo de las 9.30 horas comenzó el rezo y posteriormente
el imam se dirigió a los asistentes en un discurso en que
los animó a, en situaciones de desencuentro, resolver los
problemas de forma amistosa y no trasladarlo al terreno
personal. “El que rehuye de la convivencia no tiene que ver
con el buen musulmán”, advirtió Ben Khlou que señaló como
“no sería comprensible estar un mes de ayuno y, sin embargo,
no saludar el vecino. Por ello, para terminar, el imam
señaló que el día de ayer era idóneo para “reconciliarse” y
“para el perdón”.
El de ayer fue un día de fiesta, pero empañada por la
situación que se está viviendo en la franja de Gaza, y así
lo reconocía Laarbi Maateis, presidente de la UCIDCE. “No
podemos vivir una fiesta con paz, armonía y tranquilidad,
puesto que nuestros corazones también están en otro lado”,
señalaba para instar al Gobierno local transmita al central
que condene lo que se está haciendo. Mateeis aseguró que, en
Gaza, no existe la Organización de Naciones Unidas ni
solidaridad de ningún país.
|