En la apelación presentada por la defensa del ceutí,
Abdeluahid Sadik Mohamed detenido en Málaga cuando regresaba
de Estambul (Turquía) tras haber estado en Siria, se explica
con detalle la protección que las autoridades deben
proporcionar ante cualquier manipulación. La defensa
manifiesta que el Islam es una religión monoteísta y una
religión de paz y caridad. “Pero el Islam extremista que
preconiza la yihad o el integrismo postulado por el tabligh
no caben dentro de la acepción religión sino que son sectas
peligrosas y para comprender sus efectos nocivos y
destructores de la personalidad del individuo hay que
referirse a los estudios sobre el fenómeno de las sectas”.
En los estudios sobre la peligrosidad de las sectas aparece
la siguiente afirmación “Todo gobierno democrático tiene la
responsabilidad constitucional de proteger a los ciudadanos
de toda clase de manipulación mental degradante, del
sometimiento y dependencia psicológica o intelectual. Debe
protegerle de individuos, que tras la máscara de líderes,
gurús, santos o videntes que engañan, estafan y extorsionan
a las personas con el propósito de convertirles en esclavos
manipulados por sus caprichos.Es responsabilidad
gubernamental proveer a sus ciudadanos con información clara
y precisa acerca del fenómeno sectario, para que las
personas puedan autoprotegerse de actividades o prácticas
nocivas y puedan prevenir o abstenerse de participar en
grupos religiosos con características peligrosas, propias de
una secta”.
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