Mohamed Alí expuso que su modelo fiscal tiende al principio
de equidad en el que paguen más los que más tienen, aunque
aludió al “ejemplo de regresividad” cuando mencionó que en
2008 las familias del centro de la ciudad pagaban 33,6 euros
anualmente por la recogida de basura y en 2014 paga 102, es
decir, un 303% de incremento.
En El Príncipe ese aumentó pasó en 2008 de los 15 euros
anuales a los 65,4 euros en 2014, lo que supone un 436% de
incremento. “Es tal la desproporción -dijo Alí-, que resulta
obsceno. Una subida desproporcionada en época de crisis, lo
que supone un agravio injusto e inaplicable”.
Mientras a las empresas, la media de subida ha sido del 10%,
por lo que pidió rebajar la tasa de basura a los ciudadanos
“para acomodarla a la época de crisis”, lo que supone
incorporar la equidad y la justicia.
Susana Román defendió el asunto recurriendo a la aplicación
de bonificaciones en la tasa a familias numerosas, mayores
de 65 años y según la calle en la que se viva. La tasa de
basura industrial, dijo, “no tiene esas bonificaciones”. Y
añadió. “No podemos pretender limitar, bajar, todo tipo de
imposiciones, para que esos servicios estén impolutos hay
que tener coste en los servicios y la repercusión a los
vecinos”.
Mohamed Ali replicó: “Ustedes subieron unilateralmente el
10% a los empresarios, por lo que la tabla ha de aplicarse
lo mismo a las familias, ya que no es normal que esos
incrementos de 2008 a 2014 situando a las empresas por
encima de las familias”.
Susana Román repuso que Mohamed Ali “insiste en comparar
parámetros diferentes. Es incompatible pedir y mermar la
caja”.
Mohamed Alí insistió que las mejoras que se han aplicado han
sido consecuencia de las propuestas de Caballas y volvió a
insitir que, para el Gobierno de Juan Vivas, “las empresas
están por encima de las personas, de los ciudadanos”. Estas
subidas a las familias tan desproporcionada, para Alí “no lo
entiende nadie” e instó al Gobierno a aplicar “la equidad en
la tasa de la basura”. Un asunto que mantuvo el desencuentro
entre oposición y Gobierno, donde Susana Román nunca rebatió
el porcentaje desmesurado expuesto por Mohamed Alí en la
subida de la recogida de basura a las familias.
Unos porcentajes tan desmesurados como incongruentes con la
argumentación de la consejera de Fomento sobre la necesidad
de sustentar los servicios públicos, aunque el desmesurado
incremento en tiempos de rebaja de sueldos, congelaciones
salariales, estrecheces económicas, en suma, no se
corresponde con la realidad social y la sensibilidad que
sería exigible para las familias que acusan en su economía
doméstica, los rigores de una situación que, a efectos de
impuestos, adquiere una dinámica inversa de frecientes
incrementos.
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