La implantación de la Oficina del Ministerio Fiscal en
Ceuta, para complementar a la NOJ, “es un desafío para poder
dar mejor servicio a los ciudadanos y que sea más eficiente
el trabajo de los fiscales” y así lo señaló ayer Eduardo
Torres-Dulce, fiscal general del Estado. No obstante,
también hizo hincapié en la necesidad de contar primero con
una sede judicial única para centralizar todos los servicios
y aseguró que así se lo ha trasladado también al ministro de
Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. El fiscal general advirtió
que, si las reformas del proceso penal llegan a buen puerto,
se exigirá un cambio en la distribución de plantillas del
Ministerio Fiscal y un cambio respecto de las
infraestructuras judiciales. Hasta entonces, la modificación
de que se pretende realizar de la Oficina Fiscal, manifestó
que es relativamente modesta y que tiene por objetivo
modificar el principio de unidad de actuación de los
fiscales y que esto mejore la eficiencia respecto al
servicio que prestan a los ciudadanos en el conjunto de la
Administración de Justicia. No obstante, Torres-Dulce alabó
el trabajo desarrollado por la Fiscalía de Ceuta a la que
calificó como “un ejemplo” por su preparación técnica, su
estabilidad y la juventud de aquellos miembros que la
componen.
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