El PSOE echaron en cara ayer a la consejera de Fomento,
Susana Román, la actuación que la empresa municipal Acemsa
ha llevado con el denominado Plan CINCO, aduciendo que la
iniciativa, que en principio solo debería tener aspectos
positivos está acarreando importantes consecuencias
negativas para los ciudadanos que deciden acogerse a ella.
Así, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, José
Antonio Carracao, argumentó que para las primeras
instalaciones se cometió el error de utilizar tuberías de
cobre, material del todo inadecuado para la canalización de
agua desalinizada y que tuvo como consecuencia una reducción
muy significativa de la vida útil de las mismas. Este hecho
ha sido reconocido por la propia ACEMSA que anunciaba la
necesidad de incluir en el proceso de desalinización una
instalación de remineralización que evitara la alta
corrosividad. En la actualidad, pese a usar plástico hemos
observado que no se cumple con las recomendaciones técnicas
del fabricante y que no se están adoptando las medidas
oportunas para el mantenimiento y buen funcionamiento de las
mimas. Esta circunstancia, además de reducir la vida útil de
la instalación y, por tanto la inversión, como ocurría con
el cobre, añade importantes y peligrosas consecuencias para
los ciudadanos.
En su turnos, la consejera negó que existiesen los
problemas, argumentado para ello que en el periodo
transcurrido entre 2011-2014 se han realizado un total de
setenta y dos instalaciones y que no se ha recibido ninguna
reclamación y que los problemas que los socialistas ven no
existe. En la votación, PSOE y Caballas lo hicieron a favor,
mientras que el PP votó en contra, quedando rechazada la
propuesta.
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