El presidente del Consejo Nacional marroquí de Derechos
Humanos (CNDH, oficial), Dris Yazami, recordó ayer que las
expulsiones colectivas de inmigrantes desde las fronteras de
Ceuta y Melilla hacia Marruecos son “contrarias al derecho
internacional”.
En una rueda de prensa en la sede de la agencia MAP, Yazami
fue preguntado por las expulsiones de inmigrantes
subsaharianos desde España a Marruecos y sobre si se estaban
realizando conforme al derecho.
Yazami reconoció que todo país tiene derecho a regular la
entrada de emigrantes en sus fronteras, pero consideró que,
cuando se producen expulsiones por encontrarse
irregularidades, deben ser individuales y llevarse a cabo
“siguiendo un debido proceso judicial”.
“Las expulsiones colectivas las prohíbe la legalidad
internacional”, subrayó.
Precisamente hoy iba a tener lugar en Tánger una reunión
(finalmente aplazada sine die por los funerales de Adolfo
Suárez) entre los ministros del Interior de Marruecos y
España para estudiar la forma de agilizar los procedimientos
de entrega de subsaharianos de la policía española a la
marroquí cuando se abortan intentos de entrada ilegal en
España.
Las ciudades de Ceuta y Melilla llevan sufriendo una
permanente presión migratoria durante lo que va de 2014, con
repetidos intentos de asalto a sus vallas fronterizas por
parte de subsaharianos.
Tras cada asalto abortado, la policía marroquí realiza
redadas entre los inmigrantes del perímetro fronterizo y los
traslada por la fuerza a otras ciudades, generalmente Rabat
y Casablanca, desde las que la mayoría de ellos vuelve hacia
las fronteras para intentarlo de nuevo
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