Trasladar primero a la península a los inmigrantes que han
solicitado asilo en Ceuta y Melilla para tramitar su
petición de protección internacional permitiría descolapsar
los Centros de Estancia Temporal (CETI), según el Servicio
Jesuita a Migrantes.
La abogada de esta organización dedicada a atender a los
inmigrantes en los CIE -Centro de Internamiento de
Extranjeros-, Cristina Manzanedo, ha explicado que muchas
personas que huyen de sus países por conflictos bélicos o
que sufren persecución política se quedan atascadas hasta
dos años en las ciudades autónomas, mientras se tramita su
solicitud de protección internacional.
Es el caso de decenas de familias sirias -que incluso
algunas de ellas tienen hijos estudiando en España- y que
han optado por no reclamar el estatuto de refugiado, al que
tendrían derecho, porque les condena a permanecen años
“estancados” en esas ciudades.
“Además de mandar efectivos de la Guardia Civil, lo que hay
que hacer es mandar abogados y trabajadores sociales para
hacer una identificación de la población susceptible de
protección y a esas personas por lo menos trasladarlas a la
península”, propone.
La abogada, que realiza visitas a los inmigrantes que han
sido trasladados a los CIE para su expulsión, lamenta que no
se estén protegiendo, tal y como exige la legislación
internacional, a personas vulnerables y con derecho a asilo.
“El traslado a los centros de internamiento se está haciendo
con unas gafas de control inmigratorio; en Ceuta y Melilla
hay solicitantes de asilo, de protección subsidiaria,
posibles menores o gente con derecho a protección por
motivos humanitarios, personas en situación de altísima
vulnerabilidad”, denuncia.
Una vez que se admite a trámite la solicitud de asilo, estas
personas ya no están en situación irregular y por tanto
tienen libertad de movimientos mientras se resuelve. “Se
utiliza Ceuta y Melilla como tapón y si la solicitud no es
admitida definitivamente están fácilmente localizables para
su devolución, lo que sería más complicado en la península”.
La letrada recuerda que las personas que piden asilo no van
a los CIE sino que existen centros de acogida, financiados
con fondos del ministerio de Empleo, donde pueden permanecer
mientras se resuelve su petición. “Sería una forma de vaciar
los CIE, quitándose las gafas de control migratorio e
intentando distinguir, pero para eso hay que hacer un
trabajo de identificación”, señala.
Manzanedo va a intervenir junto a otros responsables de
Pueblos Unidos en la presentación mañana del informe “CIE,
criminalizados, internados y expulsados”, que detalla la
situación de los inmigrantes que han sido internados en
estos centros para tramitar su expulsión. En 2013 cerca de
3.000 personas pasaron por el CIE de Madrid y 1.584 por el
de Barcelona.
“Para muchos, España es un país de tránsito y donde tienen
familiares y amigos es en Alemania, Francia u otros países
del norte de Europa”, concluye
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