La memoria de los 78 tripulantes que iban a bordo del
dragaminas Guadalete cuando este se hundió tras salir de
Ceuta hace ya sesenta años ha sido rescatada para que no
caiga en el olvido. Desde ayer y para la posteridad, un
monolito recordará lo acaecido cuando este buque partió en
la madrugada del 25 de marzo de 1954 y, tras veinte horas
luchando contra un temporal de Levante, se hundió en las
aguas cercanas a Ceuta, dejando en el mar la vida de 34
marinos.
Gracias a la iniciativa de la Autoridad Portuaria, en
colaboración con la Marina, por fin se le ha dado el justo
reconocimiento a los fallecidos, pero también a los
supervivientes. Algunos de los que quedan con vida
estuvieron presentes en el acto de ayer, donde se descubrió
el monumento compuesto por un monolito con la imagen del
barco y una breve leyenda, y un ancla del antiguo puerto de
Ceuta.
La ceremonia estuvo presidida por el Almirante de la Flota
en Ceuta, Santiago Bolíbar, que estuvo acompañado por el
presidente de la Autoridad Portuaria, José Torrado, el
presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y el capitán de navío
Pedro Miranda, uno de los supervivientes del Guadalete.
Ellos fueron los encargados de descubrir el monumento en un
acto en el que Torrado quiso poner en valor la labor diaria
de los miembros de la Armada que “día a día se juegan la
vida en el mar y cuyos beneficios en forma de paz
disfrutamos todos”.
El presidente de la Autoridad Portuaria ceutí aseguró que
con este monumento se quiere simbolizar la unión que a lo
largo de los últimos sesenta años ha tenido Ceuta con el
dragaminas Guadalete, que tenía su base en Ceuta. Además, el
monolito pretende ser “un compromiso de continuidad en la
memoria de todos”. Un objetivo compartido también por el
Almirante de la Flota, Santiago Bolívar, que ayer señalaba
como con este homenaje se llena un vacío histórico.
En su alocución, Bolívar recordó las últimas horas del
Guadalete que zarpó de los muelles de Ceuta para realizar
una patrulla por la costa norte de África, rumbo a Melilla
donde debía apoyar el necesario aprovisionamiento de los
peñones. “Hacía mala mar, pero la orden era salir y el
español no se arredra, tiene valor reconocido, se pasa de
valor, y los 78 miembros de la dotación del Guadalete
salieron en pleno temporal de levante con la decisión de
afrontar una misión a la que estaban acostumbrados”
manifestó el Almirante de Flota que también reconoció el
esfuerzo que hicieron los marinos para mantener el control
de un buque que el temporal hizo ingobernable.
“La dotación del Guadalete es sobradamente acreedora de este
reconocimiento, que ha tardado más tiempo quizás del
debido”, puntualizó Bolívar. Para el Almirante de la Flota
en Ceuta, la vinculación de la ciudad con la Armada ha
tenido siempre unos lazos estrechos y firmes, y así lo
manifestó ayer para asegurar que la innegable vocación
marítima de esta ciudad, acompañada de su privilegiada
posición como guardián del Estrecho y proa sur de España,
“ha calado profundamente en las dotaciones de la Armada, que
fue y se siente cordón umbilical de Ceuta y la península”.
Un cordón forjado también por el Guadalete.
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