El delegado del Gobierno de Ceuta, Francisco González Pérez,
no quiso valorar ayer la destitución del jefe de la Brigada
de Extranjería en Ceuta, Ramón Caudevilla, que ha sido
cesado después de unas declaraciones vertidas en un medio de
comunicación en las que rebatía la tesis policial de que
detrás de las grandes avalanchas se encuentran las mafias.
Al respecto, el delegado sólo señaló que en un cese “en el
que no hay intervención política”.
González Pérez explicó que la destitución parte del director
adjunto Operativo de la Policía y que, al ser un cargo de
confianza, se imagina, que el director “habrá decidido que
esa confianza ha finalizado”. “Poco más puedo decir al
respecto”, sentenció González Pérez, que ayer asistió a la
clausura del VII Seminario Sobre Vigilancia de Fronteras y
Lucha contra la Inmigración Irregular, impartido por la
Jefatura de Costas y Fronteras de la Dirección General de la
Guardia Civil.
Tras el acto, el delegado habló sobre la dificultad añadida
que encuentran los agentes de la Guardia Civil en las
fronteras de Ceuta y Melilla donde, aseguró, es imposible
frenar la inmigración porque siempre surge un método nuevo
para ‘colar’ a extranjeros escondidos. “Me gustaría que
estos cursos fueran muchos más intensos y que hubiera más
gente en ellos, porque es muy importante que miembros de la
Guardia Civil conozcan la realidad de la frontera de Ceuta y
la de Melilla ya que una cosa es lo que se cuenta y otra la
realidad”, manifestó González Pérez. Y es que, la mayoría
quedan “anonadados cuando ven el trasiego, la entrada y
salida de personas, mercancías, el volumen que se mueve en
esas fronteras y el intento de entrada irregular de
inmigrantes”. El delegado explicó como se usan distintos
medios para entrar que van desde esconderse en el capó de
los coches, en los asientos, debajo de estos o incluso se
han detectado casos de hombres bajo burkas de mujer. Unas
anécdotas que, el delegado recordó, esconden “un verdadero
drama”. “Hay personas que en el intento del paso de la
frontera, no ya al saltar la valla o rodear el espigón,
pierden la vida, porque al estar en un depósito de gasolina,
aunque haya sido aireado, la emisión de gases puede acabar
con ellos”, manifestó. Por último, González Pérez señaló
que, aunque la contención total de la inmigración es
imposible, si no hubiera fronteras y personas que las
protegieran, “seguramente habría zonas que tendrían
problemas” y recordó que la obligación de España es proteger
estas fronteras.
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Ceuta: La frontera más complicada, y asaltada con métodos
que van cambiando continuamente
El delegado del Gobierno destacó
ayer que las fronteras de Ceuta y Melilla son las más
complicadas de Europea. Además, recordó que es imposible
contener la inmigración irregular por completo porque los
métodos para intentar sorteala cambian continuamente y son
muy diferentes. Además de intentar saltarla o rodearla,
muchos prueban métodos imaginativos, como esconderse en
cualquier parte de un vehículo o incluso pasar con burka.
“Es una frontera muy complicada y me gustaría que hubiera un
número más alto de guardias civiles que conocieran esta
realidad porque eso contribuiría muchas veces a que cuando
son destinados a otras zonas no tan complicadas tengan en
mente que ese trabajo que desarrollan lo pueden hacer en
Ceuta”, señaló ayer. Además, el delegado manifestó que las
fronteras de Ceuta y Melilla “superan cualquier curso
teórico, es imposible frenar la inmigración irregular
completamente porque siempre hay un método nuevo”.
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